La Navidad es más que un regalo

Zulma Díaz
Washington Hispanic

n esta época, donde todo gira en base el comercio navideño es difícil enseñar a los niños los valores y que se den cuenta cual es el verdadero sentido de la Navidad, el cual es enseñarles a demostrar todos esos afectos de cada persona y sobre todo regalar amor.

Los hispanos que crecieron en los países latinoamericanos, crecieron bajo la tradición que el Niños Jesús, les regalaba los regalos de Navidad o si no se esperaban con ansias la llegada de los Reyes Magos para recibir lo que tanto le pedían siempre con la condición que se recibiría si es el comportamiento había sido excelente, de esa forma poco a poco y años tras años los valores de los niños se mantenían y reforzaban en base a la condición de recibir un premio como resultado de un esfuerzo propio.

María Cardenas psicóloga con especialidad en Psicología Educacional, especialista en niños, adolescentes y familias, terapeuta familiar, y directora de Habile, afirma que “la Navidad es una fiesta que cada vez más va perdiendo su esencia y razón de ser para convertirse en una celebración de “compra de regalos”, y los niños no están ajenos a esta situación. Gracias al manejo y comportamiento del comercio en el medio que lo propicia y lo fomenta”.

La experta afirma que en base a esa influencia en nuestros niños se está desencadenando varias actitudes como que crean que deben recibir muchos regalos, es casi un derecho, una obligación que motiva una alta exigencia en ellos, además los niños piden y muchas veces con desproporción a su realidad o en contraposición a otros mensajes que se han venido dando cotidianamente y que los padres crean que para ser buenos padres deben comprar muchos regalos y más aún regalos caros y trascendentes.

Pero al contrario de esa realidad, la psicóloga infantil explica que lo que se crea en los niños que reciben muchos regalos grandes, caros y valiosos de una manera desproporcionada hace que se fomenta en el niño la exigencia, ubicándolo en una posición de dominio innecesario, se pone en riesgo el criterio y valoración de lo económico.

Y psicológicamente hablando los niños se ven afectados desarrollando actitudes de sobre exigencia, terquedad que llevan al descontrol, se fomenta la intolerancia y la frustración, incrementa la impulsividad, además fomenta la no valoración por el esfuerzo e interfieren con el desarrollo de valores como la solidaridad, esfuerzo, generosidad, austeridad.

La Navidad es una celebración de unión, familia y afecto, que bien manejada puede desarrollar en el niño buenos valores y ser una ocasión para seguir formándolo; compartiendo y enlazando vínculos, desarrollando sensibilidad y tolerancia.