UE prohíbe la venta de autos nuevos a gasolina

El Parlamento Europeo y los miembros de la Unión Europea han llegado a un acuerdo para prohibir la venta de coches y camionetas nuevas a gasolina y diésel para 2035.

Los negociadores comunitarios sellaron esta semana el primer acuerdo de la iniciativa “Fit for 55”, un plan de la Comisión para alcanzar su objetivo climático de reducir las emisiones de los gases que causan el calentamiento global en un 55% durante esta década.

El parlamento señaló que el acuerdo es una “clara señal antes de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP27, de que la UE se toma en serio la adopción de leyes concretas para alcanzar los objetivos más ambiciosos establecidos en su Ley del Clima».

Según los datos de Bruselas, el transporte es el único sector donde las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado en las últimas tres décadas, con un alza del 33,5 por ciento entre 1990 y 2019. 

Los automóviles son una de las causas, ya que representan el 61% del total de las emisiones de CO2 del transporte por carretera de la Unión Europea.

El bloque quiere reducir de forma drástica las emisiones de este sector para 2050 y promover los autos eléctricos, pero un informe de su auditor externo indicó el año pasado que la región carece de las estaciones de carga adecuadas para ello.

“Es una decisión histórica ya que, por primera –con objetivos para 2025, 2030 y 2035- y alineada con nuestro objetivo de neutralidad climática para 2050”, celebró Pascal Canfin, presidente de la comisión medioambiental del Parlamento. “Este sector, que representa el 16% de las emisiones europeas en este momento, será neutro en emisiones para 2050″.

En 2015, los líderes mundiales acordaron en París que trabajarían para evitar que la temperatura global aumente más de 2 grados Celsius (3,6 Fahrenheit), e idealmente no más de 1,5 C (2,7 F), para finales de siglo. Los científicos creen que hasta el objetivo menos ambicioso se incumplirá por un amplio margen a menos que se tomen medidas drásticas para reducir las emisiones.

Greenpeace sostiene que el plazo de 2035 es demasiado tarde para limitar el calentamiento a menos de 1,5 C.

“La UE está tomando la ruta turística, y esa ruta termina en desastre”, indicó la responsable del colectivo ecologista para para la campaña de transporte del bloque, Lorelei Limousin. 

El Parlamento comunitario y los estados miembro tendrán que aprobar formalmente el acuerdo para su entrada en vigor.