Jackie Reyes: “Soy el puente entre los latinos y la alcaldesa de DC”
Víctor Caycho
Washinton Hispanic
Con 29 años de residencia en Washington DC, Jackie Reyes-Yanes inició el 2 de enero su segundo mandato como directora ejecutiva de la Oficina de Asuntos Latinos del Alcalde (MOLA, por sus siglas en inglés), tras ser confirmada en el cargo por la alcaldesa Muriel Bowser. Nacida en El Salvador llegó muy joven a la capital de los Estados Unidos, donde actualmente reside en el Distrito 7. En esta entrevista da a conocer sus nuevos retos y los primeros obstáculos que tuvo que vencer en sus primeros cuatro años de gestión. También hace un apretado repaso de la labor realizada. “Somos ese puente entre nuestra comunidad y la alcaldesa Muriel Bowser”, recalca con orgullo.
WASHINGTON HISPANIC: Al iniciarse el primer mes de su nuevo periodo al frente de MOLA, ¿recuerda qué pensaba cuando hace cuatro años entró a trabajar aquí como directora ejecutiva?
JACKIE REYES-YANES: Sí, fue el 2 de enero del 2015 con la alcaldesa Muriel Bowser. Lo tomé como un reto. Pero no vine a ciegas. Sabía las necesidades de la comunidad y tenía una idea de lo que quería hacer, porque ya tenía experiencia en el aspecto legislativo con el concejal Bill Graham, y a nivel ejecutivo con el alcalde Adrian Fenty. También tenía otros retos: era la primera salvadoreña en el cargo, así que debía cumplir con muchas expectativas, no solo como hispana y como mujer, sino también como salvadoreña.
W.H.: ¿Se puso en contacto previamente con la comunidad acerca de estos retos?
J.R.Y: Ya estaba en contacto con la comunidad, aunque siempre me he formado una trayectoria y soy una persona bien fuerte. Entonces hubo una especie de choque con la vieja guardia y hubo resistencia en ese entonces.
W.H.: ¿Por ser parte de una nueva generación?
J.R.Y: Sí, y también el hecho de que la oficina de MOLA ya tenía 40 años y entraba una primera salvadoreña. Ellos pensaban que yo no iba a ser inclusiva. Pero el trabajo y el tiempo han sido mis mejores testigos, y ahora estamos en un mejor lugar. Esto se observó cuando la comunidad volvió a votar en noviembre y le dio un voto de confianza a la alcaldesa Muriel Bowser, quien a su vez ha ratificado su confianza en mi persona.
W.H.: ¿Su relación desde MOLA se da con todos los miembros de la comunidad, sin importar su nacionalidad?
J.R.Y: Miren (responde con una sonrisa), yo soy una peruana honoraria, y de otras nacionalidades también. Hemos abierto las puertas de la alcaldía para las elecciones colombianas. Tenemos buena relación con la gente de México, de Chile, de Venezuela, de todas partes. En mi comisión están representados todos los países latinos, así como todas sus clases sociales.
W.H.: ¿Sin preferencias por algún país?
J.R.Y: Soy muy inclusiva. Por ejemplo aquí en MOLA de todos los miembros de mi personal soy la única salvadoreña.
W.H.: ¿Cuál fue su principal objetivo cuando inició su gestión?
J.R.Y: Que la comunidad supiera que aquí hay una Oficina para Asuntos Latinos donde todos irían a ser tratados con respeto. En nuestro primer evento tuvimos a unas 600 personas y en los primeros meses atendimos a más de 7 mil personas. Le cambiamos la cara a la oficina, donde establecimos una política de puertas abiertas. Si alguien viene a las 9 de la mañana con una necesidad y estoy disponible, lo atiendo. O lo hace alguna persona de mi staff. El teléfono es contestado por una persona que habla español. Son algunos de los cambios que queríamos hacer aquí en la oficina, y los superamos.
W.H.: ¿Cómo fue que la alcaldesa Bowser se fijó en usted para liderar esta oficina? ¿Lo esperaba?
J.R.Y: Había una relación de años con ella. Nos conocimos durante la campaña de Adrián Fenty para la alcaldía de Washington. Muriel Bowser era en ese entonces la coordinadora del Distrito 4 y yo era la coordinadora de los Distritos 1 y 2. Ella no solo sabía de mi sino que también formamos lazos de amistad. Pero no fue por eso que me puso en el cargo sino por mi trayectoria y por mi trabajo. Yo ya tenía una reputación concreta en la comunidad latina, la que fui fomentando a medida que pasaban los años.
W.H.: ¿Cuáles son sus principales logros?
J.R.Y: Conseguir más fondos monetarios para hacer realidad lo que planeamos. Esa fue una de mis primeras metas. La oficina tenía un presupuesto anual de 2 millones de dólares, y ahora ya llegamos a los 4,3 millones. He doblado nuestro presupuesto anual. Hemos hecho muchos enlaces con otros departamentos del gobierno local, como el de Servicios Humanos, para tener más programas de acceso lingüístico, los programas de Verano para los jóvenes que trabajamos con el departamento de Empleo lo estamos incrementando. Y así, muchos más.
W.H.: Entre ellos el hermanamiento entre Washington DC y San Salvador. ¿Cómo lograron convencer a la alcaldesa Bowser?
J.R.Y.: Nació en el 2007 y hasta se formó un grupo de trabajo con personas como Jim Graham, Ted Loza, Jorge Granados. No se pudo realizar, pero ya quedaba la semillita. Después el alcalde Vincent Gray afirmó que no había apetito para ese proyecto. Hasta que la alcaldesa Bowser me dijo un día, “Mira Jackie, yo lo haré antes de que se termine mi primera gestión de cuatro años”.
W.H.: Y lo hizo, con visita incluida de Muriel Bowser a San Salvador…
J.R.Y.: La alcaldesa llegó con una delegación de 50 concejales y empresarios de casi todos los rubros. Fue una visita de cuatro días, la primera de un alcalde a El Salvador, donde ella firmó el hermanamiento de las dos ciudades y además conoció dónde y cómo se preparan nuestros platillos, como las pupusas. También llegó hasta la tumba de monseñor Romero, visitó Intipucá –la ciudad desde donde emigraron los primeros salvadoreños a esta área metropolitana-, la sede del gobierno salvadoreño. Ella pudo entender así por qué los salvadoreños emigraron a la región metropolitana de Washington DC.
W.H.: ¿Qué resultados traerá ese acuerdo?
J.R.Y.: Ya se le está dando más vida y sustancia. El primer logro es una biblioteca que un empresario de Washington DC está donando para una colonia de bajos recursos en San Salvador. Además, esta semana vinieron desde El Salvador cuatro estudiantes de la escuela ITCA-FEPADE, de artes culinarios, para integrarse a la Escuela Internacional Carlos Rosario, en DC, que les está dando recursos y prácticas en ese rubro y viceversa.
W.H.: ¿De qué manera se logró forjar el actual apoyo del gobierno de DC a los inmigrantes que residen en la ciudad?
J.R.Y: La alcaldesa Muriel Bowser ha sido de mucho apoyo para la comunidad inmigrante, sobre todo en esta etapa de incertidumbre, cuando nadie sabe qué va a pasar con nosotros ni qué ocurrirá con los que son beneficiarios del TPS o de DACA. Para ello abrió el programa Derechos del Inmigrante, según el cual los inmigrantes que residen en DC tienen acceso a una asesoría legal gratuita. Nosotros cubrimos los costos, que alcanzan casi un millón de dólares para esa población. Y ahora viene otro programa muy importante este año, el cual consiste en que el gobierno de DC pagará las cuotas de 750 dólares que necesitan para hacerse ciudadanos.
W.H.: ¿Se trata de un préstamo?
J.R.Y: No, lo proporciona gratuitamente el gobierno de DC. Si ya pueden hacerse ciudadanos y van a las clases, nosotros directamente le enviamos el cheque al servicio de Inmigración para que esas personas ya no tengan que pagar ese costo. Eso rige para los residentes en el Distrito de Columbia.
“MURIEL BOWSER, UNA SÚPER MUJER”
W.H.: ¿Cuál es su mensaje para la comunidad hispana, al comienzo de su nueva gestión en MOLA?
J.R.Y: Número 1, que sepan que tienen una alcaldesa que sí se interesa por ellos, una súper mujer –así la considero yo-, que se interesa por todos los inmigrantes, no solo los hispanos. Ella tiene un lema que dice “No importa si ustedes están aquí desde hace cinco minutos o por cinco generaciones”. Ella les está dando un servicio de calidad 5 estrellas. DC es una ciudad de primera clase. Y número 2, que la Oficina para Asuntos Latinos de la alcaldesa Muriel Bowser tiene una política de puertas abiertas. No importa la necesidad, buscamos cómo poderlos ayudar. Si no sabemos, nos vamos a aprender juntos, pero que se sientan seguros de que tenemos la pasión y la educación por servirlos.