Joaquín Guzmán, hijo del «Chapo», se declara culpable de narcotráfico
Joaquín Guzmán López, hijo del famoso narcotraficante mexicano «El Chapo», encarcelado en Estados Unidos, se declaró culpable el lunes ante un tribunal federal en Chicago de tráfico de drogas y participación en una organización criminal.
Según los términos de este acuerdo de culpabilidad, cuyo texto fue consultado por AFP, Guzmán López, de 39 años, enfrenta al menos diez años de prisión por el cargo relacionado con su participación en una organización criminal.
En cuanto al cargo de tráfico de drogas, por el cual podría ser condenado cadena perpetua, el juez podría dictar una sentencia reducida dependiendo de su nivel de cooperación con la justicia.
A cambio, el hijo de «El Chapo» se comprometió a «cooperar plena y sinceramente en cualquier asunto que le sea requerido» por la justicia estadounidense, proporcionando información y testimonios «completos y veraces».
Uno de sus hermanos, Ovidio Guzmán López, detenido sin derecho a fianza tras su extradición de México a Estados Unidos en 2023, ya se había declarado culpable en julio pasado en Nueva York de cargos similares.
Ambos están acusados, junto con otros dos hermanos actualmente prófugos, Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Guzmán Salazar, de haber asumido las actividades de su padre, Joaquín «El Chapo» Guzmán, exlíder el cartel de Sinaloa.
«El Chapo», de 68 años, cumple cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado, tras ser condenado en 2019.
Al frente de una facción conocida como «Los Chapitos», los hijos de «El Chapo» introdujeron desde México grandes cantidades de cocaína, metanfetamina, marihuana y otras drogas a territorio estadounidense, según el acta de acusación.
Este lunes, cuando la jueza Sharon Johnson Coleman le preguntó a Joaquín Guzmán López cómo se ganaba la vida, éste contestó: «Tráfico de drogas», lo que provocó risas en la sala, según informó el diario Chicago Tribune.
Tras su detención en Texas en julio de 2024, Guzmán López había negado ser culpable de narcotráfico, blanqueo de dinero y uso de armas de fuego.
– Colaboración –
Joaquín Guzmán López copó las portadas de numerosos medios el año pasado cuando fue arrestado a su llegada a Texas en una avioneta privada. Iba acompañado por el cofundador del cártel de Sinaloa, Ismael «Mayo» Zambada, entonces uno de los hombres más buscados del mundo.
Un año y cuatro meses después, Guzmán López reconoció por primera vez que había secuestrado a Zambada después de fingir que necesitaba su ayuda para resolver una disputa, según el acuerdo de culpabilidad consultado por la AFP.
Durante su encuentro, varios cómplices de Guzmán López esposaron a Zambada, le pusieron una bolsa en la cabeza y lo condujeron al aeródromo desde donde despegó la avioneta rumbo a Estados Unidos.
Lo hizo, según admitió, «con la esperanza» de obtener cierta indulgencia por parte del gobierno estadounidense.
Estados Unidos negó haber participado en el plan para llevar a Zambada a su territorio.
Pero el fiscal federal adjunto Andrew Erskine señaló que, a cambio de la cooperación continua de Guzmán López, la fiscalía pedirá una pena inferior a la cadena perpetua, según el Chicago Tribune.
En agosto, Zambada, que dijo tener 75 años, también se declaró culpable de narcotráfico. Esto no impedirá sin embargo que termine sus días en una cárcel de Estados Unidos, como su exsocio «El Chapo».
Tras los arrestos de Joaquín Guzmán López y de Zambada se intensificaron los enfrentamientos entre «Los Chapitos» y la facción del veterano capo por el control del cartel de Sinaloa.
Las luchas internas han dejado unos 1.200 muertos en México y cerca de 1.400 desaparecidos, según datos oficiales.
Washington acusa al cartel de Sinaloa de traficar fentanilo a Estados Unidos, donde esta droga sintética ha causado decenas de miles de muertes por sobredosis en los últimos años, lo que ha tensado las relaciones con México.
Además del fentanilo, los cuatro hermanos están acusados de transportar varias toneladas de cocaína a través de Centroamérica y Sudamérica hasta Estados Unidos, según la acusación formal hecha pública en abril de 2024.
El documento especifica que también «sobornaron a funcionarios públicos corruptos», «provocaron, amenazaron y cometieron asesinatos, secuestros, agresiones y golpizas contra las fuerzas del orden, narcotraficantes rivales y miembros de su propia organización».

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