Veterinario advierte a los dueños de mascotas sobre la amenaza de las garrapatas

A medida que el clima se vuelve más cálido, muchos de nosotros pasamos más tiempo al aire libre, lo que significa que los dueños de perros están atentos a las garrapatas.

 

Aunque la gente piensa que la primavera y el verano son la temporada de garrapatas, un veterinario de Maryland dijo que ve más garrapatas en los meses de otoño de octubre, noviembre y diciembre que en julio y agosto.

 

“Las garrapatas salen todo el año”, dijo el Dr. Victor Katz, del Centro Veterinario Muddy Branch en Gaithersburg. “Si la temperatura llega a los 0 °C (32 °F), pueden estar un poco inactivas, pero en cuanto la temperatura sube a 1-2 °C (35-37 °F), empiezan a desplazarse”.

 

La temperatura ambiente de un perro es de 38 °C. Las garrapatas buscan calor y pueden percibir la temperatura, la humedad y el movimiento.

 

«Básicamente salen del cascarón y se aferran a los perros. Solo quieren estar calientes», dijo Katz.

 

Existen varias enfermedades relacionadas con garrapatas que prevalecen en la región DC, incluidas la enfermedad de Lyme, la ehrlichiosis y la anaplasmosis.

 

“Hace unos siete años trasladaron el epicentro del estudio de la enfermedad de Lyme de Hartford, Connecticut, a Derwood, Maryland”, dijo Katz. “Estamos en el centro de la enfermedad de Lyme”.

 

Katz señaló que los medicamentos preventivos orales mensuales, como Simparica, Bravecto y NexGard, son la mejor manera de mantener a sus perros a salvo de las enfermedades transmitidas por garrapatas.

 

“No se trata de colocar una burbuja alrededor del perro donde básicamente se dispara a la garrapata con rayos láser o algo así”, dijo.

 

Pero si una garrapata pica a un perro que toma un preventivo oral, morirá en unas cuatro a seis horas. La transmisión de algunas de estas enfermedades suele tardar hasta 10 o 12 horas.

 

“Básicamente, se trata de eliminar la garrapata antes de que tenga la oportunidad de transmitir suficiente enfermedad como para dañar al perro”, explicó.

 

Según Katz, existen datos que demuestran que los preventivos podrían aumentar el riesgo de convulsiones en algunos perros. Recomendó para estos perros usar un collar antigarrapatas Seresto que dura unos seis meses y, según él, «funciona muy bien».