El Zoológico Nacional lamenta la muerte de Gunther, una foca gris de 33 años
Los cuidadores del American Trail en el Zoológico Nacional y el Instituto de Biología de la Conservación del Smithsonian (NZCBI) están de luto por la pérdida de Gunther, una foca gris macho de 33 años que falleció el 18 de enero. La esperanza de vida media de las focas grises bajo cuidado humano es de aproximadamente 19 años.
El 11 de enero, los cuidadores notaron por primera vez que Gunther tenía falta de apetito y menos energía de lo habitual. Tras una consulta con el equipo veterinario del zoológico, se le recetaron antibióticos, medicamentos contra las náuseas y diuréticos. Sin embargo, la apatía y la falta de apetito de Gunther continuaron avanzando, lo que llevó a la realización de pruebas adicionales, incluyendo una broncoscopia, un ecocardiograma y una ecografía abdominal. Posteriormente, se le administraron líquidos intravenosos y más antibióticos. En la mañana del 18 de enero, Gunther sufrió un paro cardíaco. A pesar de la rápida atención médica, los intentos de reanimarlo no tuvieron éxito. Un informe final de patología proporcionará más información en las próximas semanas.
Gunther llegó al NZCBI el 5 de noviembre de 2012, junto a las focas grises hembras Kjya y Kara, con quienes había vivido anteriormente en el Adventure Aquarium en Camden, Nueva Jersey. Gunther tenía recomendaciones de reproducción con ambas hembras bajo el Plan de Supervivencia de Especies (SSP, por sus siglas en inglés) de la Asociación de Zoológicos y Acuarios. Los científicos del SSP determinan qué animales deben reproducirse considerando su composición genética, necesidades nutricionales y sociales, temperamento y salud general. Antes de su llegada al NZCBI, Gunther tuvo dos crías: Tasha, nacida en 2004 con Kara, y Lilly, nacida ese mismo año con Kjya. Mientras estuvo en el NZCBI, logró reproducirse con Kara en dos ocasiones, dando lugar al nacimiento de Rona en 2014 y Birdie en 2017.
El equipo del American Trail recordará a Gunther como una foca tranquila y confiable, con una personalidad vibrante. Un verdadero embajador de su especie, su carisma y gran tamaño lo hicieron popular entre los visitantes, brindándoles la oportunidad de conocer y conectar con una especie que no se ve con frecuencia en zoológicos. Se adaptaba rápidamente a diversas sesiones de entrenamiento, así como a cambios en su entorno y en la dinámica social de la colonia de focas.
La paciencia y fiabilidad de Gunther en las sesiones de entrenamiento permitieron a nuevos cuidadores y al personal veterinario aprender a trabajar con focas grises. Además, sus llamativas exhibiciones de amenaza, como golpear el agua durante la temporada de reproducción y su hábito de agrupar a las hembras, sirvieron para educar al personal y a los visitantes sobre el comportamiento de las focas grises.
Aunque la foca gris está catalogada como una especie de «Preocupación Menor» en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), estuvo al borde de la extinción a mediados del siglo XX debido a la caza por su aceite, carne y piel. Tras la aprobación de la Ley de Protección de Mamíferos Marinos de 1972 por el Congreso de EE.UU., las poblaciones en América del Norte comenzaron a recuperarse. Hoy en día, las focas grises son un ejemplo clave de cómo la legislación ambiental puede proteger la vida silvestre.
Pie de foto:
Gunther, la foca gris, descansa junto a una piscina en el American Trail.