¿Cómo sería un nuevo mandato de Donald Trump?
Él ha dado algunas pistas en mítines y entrevistas sobre lo que haría en materia de migración, derecho al aborto o diplomacia.
Estos son sus planes.
– Expulsiones de migrantes –
El rival de Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre ha prometido «la deportación más grande» de migrantes de la historia en su primer día de mandato.
El republicano afirma que los migrantes «envenenan la sangre del país» y «provienen de prisiones y cárceles», «de instituciones mentales y manicomios».
El septuagenario, conocido por haber impulsado la construcción de un muro en la frontera con México, no descarta «utilizar al ejército» y abrir nuevos campos de detención para llevar a cabo estas expulsiones.
También prevé negar la ciudadanía estadounidense a hijos de migrantes que hayan entrado de forma irregular en el país y «restablecer» su polémico decreto migratorio contra los países musulmanes.
– Parar la guerra en Ucrania –
Repite desde hace meses que es capaz de acabar con la guerra en Ucrania «en 24 horas». No aclara cómo.
«Resolveré este asunto antes de tomar posesión en la Casa Blanca como presidente electo», llegó a decir en un mitin a mediados de junio.
El expresidente es muy crítico con los miles de millones de dólares desembolsados por Estados Unidos para Kiev. Y de los fondos adicionales que reclama el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. «Esto no para nunca», se quejó.
A la pregunta de si seguiría participando en la OTAN durante su posible segundo mandato, respondió: «Depende de si nos tratan correctamente».
– Aranceles –
En cuanto a la economía, el multimillonario republicano prevé aranceles de «más del 10%» sobre todas las importaciones.
Con estos ingresos espera financiar una «amplia reducción de impuestos para la clase media, la clase alta, la clase baja y la clase empresarial».
El expresidente, que libró una guerra comercial con China durante su primer mandato, también planea revocar la cláusula de «nación más favorecida» concedida a Pekín para desarrollar el comercio bilateral.
Y asegura que «acabará con la inflación» «deteniendo la invasión» de migrantes. Argumenta, sin pruebas, que su plan de deportaciones masivas «reduciría rápidamente el coste de la vivienda».
– Ambiguo sobre el aborto – El republicano no pierde ocasión de señalar que contribuyó a debilitar el derecho al aborto en Estados Unidos remodelando la Corte Suprema durante su mandato. En 2022 este alto tribunal anuló el derecho constitucional al aborto.
Pero es mucho más ambiguo sobre el futuro del aborto en el país.
El candidato republicano no está haciendo campaña con la promesa, muy impopular, de prohibir el aborto en todo el país mediante una ley federal, como le gustaría a la derecha religiosa.
«Deben seguir su corazón en este asunto, pero recuerden que también deben ganar elecciones», dijo Trump en abril.
– Perforar petróleo –
Donald Trump dio un portazo a los acuerdos climáticos de París durante su primer mandato.
«Detendré el despilfarro de Biden y acabaré rápidamente con la nueva estafa verde, que es una estafa total», prometió hacer, si gana las elecciones, durante un mitin a mediados de junio. Se refiere a los cientos de miles de millones de dólares que Biden prevé destinar a la lucha contra el calentamiento global.
«Derogaré el descabellado mandato de Joe Biden sobre los vehículos eléctricos y perforaremos, chicos perforaremos», aseguró a sus partidarios en Wisconsin (norte).
«Los costes de la energía bajarán muy rápidamente. En muchos casos reduciremos sus costes energéticos a la mitad», añadió.
– Procesar a Biden –
Donald Trump fue declarado culpable en un caso de pagos ocultos a una actriz porno. Él atribuye, sin pruebas, a Joe Biden la responsabilidad de sus problemas judiciales.
El republicano acusa a su rival demócrata de ser «el presidente más corrupto de la historia de Estados Unidos» y ha prometido «nombrar a un verdadero fiscal especial para que vaya a por él» si resulta elegido.
También ha dicho que está «absolutamente» dispuesto a indultar a todos los condenados por el asalto que hicieron sus simpatizantes al Capitolio el 6 de enero de 2021 en un intento por impedir que el Congreso validara la victoria de Biden en los comicios.