Para este vino, las temperaturas frías son las mejores
Una empresa de vinos en el noreste de Estados Unidos está aprovechando las gélidas temperaturas invernales para producir un tipo de sabor usado como vino de postre.
Un empresario vinícola del norte del estado de Nueva York admite que producir vino a esas temperaturas puede parecer “una locura”, pero insiste en que las temperaturas de entre 11 y 7 grados centígrados bajo cero (entre 12 y 18 grados Fahrenheit) son ideales para cultivar uvas para el vino helado.
El congelamiento de esas uvas les quita el agua y concentra sus azúcares y ácidos, resultando en un sabor más intenso.
“Es un proceso que se hace en el frío y en la oscuridad y tiene que ser rápido”, explicó Dave Breeden, vinicultor de Sheldrake Point Winery, cerca de Cayuga Lake.
“Todos ayudamos, no solo los trabajadores del campo que están afuera, sino también los responsables de la sala de degustación, el personal administrativo, los dueños. Incluso gente que antes trabajaba con nosotros, regresan y ayudan”, añadió Breeden al diario Syracuse.com.
En diciembre las temperaturas fueron relativamente templadas, lo que demoró la cosecha, pero el frío reciente ha atraído a los campesinos.
Poco menos de una veintena de viñedos cosechan las uvas congeladas, mientras otros las cosechan en el verano y luego las congelan.
Casa Larga Vineyards en Fairport, cerca de Rochester, será anfitrión de un festival de vinos el mes entrante.