Trump quiere su muro a cambio de DACA
Jossmar Castillo
Washington Hispanic
casi una semana de que el gobierno federal haya concluido el último periodo de inscripciones a DACA, programa que suspende la deportación de cientos de miles de jóvenes indocumentados en los Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha decidido jugar a la política con el Congreso, una de las instituciones menos productivas del país.
Sin importar que el futuro de estas personas está en la línea, Trump propuso extender la existencia de DACA, siempre y cuando el Congreso se comprometa a modificar el sistema de otorgamiento de las tarjetas de residencia permanente, a combatir el ingreso de más menores por la frontera y a la construcción del tan mencionado muro en la frontera sur con México.
El mandatario dijo que su solicitud responde a una «revisión» de las políticas que se necesitan para garantizar la seguridad económica y nacional de los Estados Unidos. Pero es muy difícil que los demócratas se monten en ese barco, puesto que son situaciones a las que siempre se han opuesto rotundamente.
“Sin estas reformas, la inmigración ilegal y la migración en cadena, que constituyen una carga injusta y grave para los trabajadores y contribuyentes de Estados Unidos, continuarán indefinidamente”, dijo Trump en una carta que envió al senado.
En septiembre pasado, el Presidente anunció que su administración tomó la decisiónd de anular DACA, y que le daba seis meses al Congreso para que discutiera una solución alternativa.
Trump sorprendió a sus copartidarios Republicanos reuniéndose con los demócratas para negociar el mantener a DACA con vida y tanto el Presidente, como los Demócratas salieron optimistas de ese encuentro.
Sin embargo, después de lo anunciado por el mandatario, los legisladores demócratas respondieron que esa lista de propuestas no representan intento alguno de llegar a un acuerdo”.
Sólo el tiempo dirá si el Congreso logre poner los intereses de la población por encima de los ideales partidarios, como lo han venido haciendo hasta ahora.
Un sondeo de la AP y del Centro NORC de Estudios de Asuntos Públicos, indica que la mayoría de los estadounidenses no quieren que los jóvenes traídos ilegalmente al país sean deportados.
También muestra que el 49% se opone a la construcción del muro fronterizo propuesto por Trump, mientras que solo un 32% lo apoya. La construcción de esa estructura le podría costar al país entre 12 mil a 15 mil millones de dólares.