Trump nunca dejó de pensar de otra manera sobre inmigración

Por: Patricia Guadalupe

s verdaderamente impresionante ver el giro que el candidato republicano Donald Trump supuestamente ha dado desde la semana pasada cuando pareció que iba a suavizar su política migratoria. Es “supuestamente” porque hay quienes dicen que Trump nunca tenía intenciones de cambiar su mano dura hacia los inmigrantes indocumentados, mientras que otros tenían¬ la ilusión que Trump se estaba dando cuenta que sus comentarios dañinos lo estaban perjudicando con votantes latinos.

Se reunió con varios líderes latinos, el comité republicano nacional creó un grupo de asesores latinos republicanos para ayudarlo a conseguir el voto latino, fue a México y habló del cariño que siente hacia los inmigrantes, todo para terminar decidiendo que deportaría desde la primera hora de su presidencia.

«Ya podemos dejar de pretender que Donald Trump cambiará. Quince meses después de llamar violadores a los mexicanos, Trump ha seguido con el mismo discurso sobre políticas de inmigración y de deportación masiva que ha promovido todo este tiempo”, sostuvo Jessica Mackler, presidenta del grupo American Bridge, una organización que aboga por los inmigrantes. “Está aprovechándose de los peores miedos y nativismo de la gente. Sus políticas son cualquier cosa menos lo humano, y son irresponsables a nivel fiscal y práctico. Solo horas después de reunirse con el presidente de México y demostrar que no es nada más que un abusón que se tranca en el escenario internacional, Trump nos recordó por qué es tan peligroso e incapaz de ser Comandante en Jefe. Republicanos que todavía apoyan a Donald Trump ya no tienen excusas: están a favor de su odio que pondrá en peligro a los Estados Unidos.

De hecho, su discurso de mano dura contra la inmigración –la indocumentada al igual que la legal- el miércoles por la noche ha causado que algunos republicanos latinos integrantes de ese grupo de asesores de campaña renunciaran, mientras que otros aseveran que fueron bastante ingenuos en creer que Trump estaría dispuesto a cambiar de parecer.

Esa política de no ceder en el tema de inmigración va totalmente en contra de lo que la mayoría de los residentes del país piensa sobre el tema; las más recientes encuestas señalan que casi el 80 por ciento está a favor de una reforma migratoria integral, y en especial, de una política benévola y compasiva hacia los inmigrantes. “Ese discurso fue una oportunidad perdida. Trump continuó su política de usar a los inmigrantes como chivos expiatorios”, declaró Ali Noorani, directora ejecutiva del Fondo de Acción del Foro Nacional de Inmigración. “Su odio hacia los inmigrantes no es lo que somos como país”.

Claro que los demócratas se van a aprovechar del asunto, y un comité político que apoya a Hillary Clinton recaudó $3 millones en anuncios en español, con el enfoque por el momento en alcanzar votantes hispanos en Florida y Nevada. Clinton incluso comentó que el discurso de Trump con fuertes ataques contra los inmigrantes no debería sorprender a nadie que lo haya seguido de cerca porque nunca dejó de pensar de otra manera.