Secretario de Estado: Estados Unidos se compromete a invertir para tratar migración
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, encabezó el miércoles una reunión ministerial sobre migraciones durante su primera visita oficial a Colombia para buscar soluciones a corto y largo plazo junto con los cancilleres de los países de la región.
En la cumbre, Blinken se refirió a uno de los pedidos recurrentes de los países de tránsito: la financiación. Para eso aseguró se deben dirigir los recursos a las comunidades en la región que los reciben y a largo plazo tratar las causas fundamentales de la migración, que suelen resumirse en la falta de esperanza de que la vida en su país mejore.
“El presidente (Joe) Biden se ha comprometido a hacer las inversiones y nuestro enfoque debe ayudarnos a hacer una mejor labor ayudando a esos países que están llevando la mayor carga de este problema”, dijo Blinken en referencia a la recepción de migrantes.
El secretario de Estado planteó abordar la migración con un “enfoque integral” y gestionar de inmediato medidas como el fortalecimiento de la vigilancia fronteriza exigiendo visas. Sin embargo, no se refirió a cómo controlar las entradas ilegales por las que suelen atravesar miles de migrantes.
“Reconocemos que el gran reto migratorio que enfrentamos en el hemisferio requiere colaboración y cooperación y una responsabilidad compartida”, dijo Blinken en una declaración oficial a la prensa.
Añadió que se deben mejorar los procesos para otorgar asilo a quienes tengan una “justificación válida” para acceder al beneficio, y también “ampliar las vías legales” y crear opciones para proteger a quienes no puedan tener asilo para que sea “más fácil su repatriación”.
Más temprano, Blinken mencionó que una de las posibles soluciones incluyen el regreso voluntario de migrantes con asistencia a otro territorio, no necesariamente a su país de origen.
El secretario de Estado indicó que una de las prioridades será proteger a los migrantes más vulnerables, entre ellos las víctimas de trata. Para eso deben identificarlos y remitirlos a lugares seguros con eficacia.
Previamente, en una rueda de prensa conjunta con el presidente Iván Duque, Blinken felicitó a Colombia por la “generosidad” con la que ha recibido a unos dos millones de migrantes venezolanos, a quienes les otorgará una tarjeta de protección temporal por 10 años para integrarlos en lo económico y lo social. “Es un modelo para toda la región y el mundo”, agregó Blinken.
Duque aseguró que los desembolsos de Estados Unidos han sido “mucho más rápidos que otros países donantes para atender situaciones específicas de la comunidad migrante” en Colombia, y agradeció la colaboración “económica y técnica» que ha brindado el país norteamericano a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) para la regularización de los migrantes venezolanos.
Los cancilleres de países de tránsito y receptores de la migración en la región se reunieron virtual y presencialmente en Bogotá para abordar de manera conjunta los dos flujos migratorios más importantes del continente: de venezolanos y haitianos. Muchos haitianos han partido de Chile y Brasil, países a los que llegaron a raíz de las crisis políticas y del terremoto que devastó Haití en 2010.
Duque propuso realizar un censo de migrantes con ayuda de agencias internacionales de cooperación para que los países receptores puedan crear “políticas públicas precisas”.
La canciller colombiana Marta Lucía Ramírez se reunió en la mañana con funcionarios del Departamento de Seguridad de Estados Unidos y el embajador estadounidense en Colombia, Philip Goldberg, para “adoptar enfoques integrales frente a migración irregular, trata de personas y lavado de activos en el continente”, indicó Ramírez en Twitter.
Los riesgos que trae consigo la migración irregular se hicieron palpables en un reciente naufragio en el que fueron hallados tres cuerpos sin vida y se reportaron seis desaparecidos, entre ellos menores de edad. La emergencia se registró el 11 de octubre en una embarcación que trasportaba 30 personas por el mar Caribe colombiano hacia las costas de Panamá.
A raíz del naufragio, las agencias de la ONU resaltaron la necesidad de “reforzar las vías de migración seguras, regulares y ordenadas para reducir el riesgo de perder vidas”, e instaron a los gobiernos a fortalecer la investigación contra las redes criminales involucradas en actividades ilícitas como tráfico de personas.
En un comunicado conjunto difundido el 15 de octubre, las agencias exhortaron a los Estados a proteger los derechos de los migrantes, incluyendo el de buscar y recibir asilo, así como a garantizar el acceso efectivo a los servicios básicos.