Republicanos presentan iniciativa que desmantela Obamacare
Washington Hispanic
AP
os republicanos de la Cámara de Representantes dieron a conocer el lunes su largamente esperado proyecto de ley de salud que desmantela gran parte de la reforma instituida por el presidente Barack Obama, un paquete que reduciría el papel del gobierno en el sector salud y probablemente dejaría a muchos estadounidenses sin seguro de gastos médicos.
Las comisiones de la cámara baja planean someter a votación el miércoles el proyecto de ley de 123 páginas. Eso tal vez derivará en la batalla más grande de este año en el Congreso y coronará un esfuerzo republicano de siete años para revertir la ley de 2010. Aunque los líderes republicanos esperan que su medida obtenga el respaldo del gobierno de Donald Trump, persisten las divisiones internas y de ninguna manera está asegurado su éxito.
El plan pondría fin a las impopulares multas ordenadas por la ley a la gente que no adquiera un seguro de gastos médicos. En lugar de los subsidios a las primas que otorgaba el Obamacare con base en el ingreso de las personas, la gente obtendría créditos fiscales con base en su edad, lo cual podría no brindar la misma asistencia a personas con bajos ingresos. Los subsidios desaparecerían para la gente que tenga mayores ingresos.
La expansión ordenada por Obama al Medicaid —el programa gubernamental de salud para los pobres— continuaría hasta 2020. Después de eso, los estados que añadan a beneficiarios del Medicaid ya no recibirían los fondos federales adicionales que la ley ha proporcionado.
Y más significativamente, los republicanos modificarían el programa federal-estatal Medicaid, al cambiar su financiamiento federal no limitado a uno limitado con base en las inscripciones y costos en cada estado.
En la que quizá sea la apuesta política más arriesgada de los republicanos, con el plan se espera dar cobertura a menos de las 20 millones de personas cubiertas por la reforma de Obama, incluidos muchos residentes de estados que llevaron a Trump a la presidencia en noviembre.
Los republicanos dijeron que no tienen todavía cálculos oficiales sobre esas cifras. Sin embargo, asistentes de ambos partidos y analistas no partidistas han dicho que prevén que disminuirá el número de personas cubiertas.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, dijo que el proyecto de ley «disminuirá los costos, alentará la competencia, y le dará a cada estadounidense acceso a un seguro de gastos médicos de calidad a un precio asequible».
La oposición demócrata es un hecho
«Los republicanos han decidido que el acceso a la salud sea privilegio de los ricos, no el derecho de toda familia» del país, dijo la líder de la minoría en la cámara baja, Nancy Pelosi.
Pero además hubo abundantes señales de que los líderes republicanos enfrentan problemas dentro de su propio partido, incluidas quejas de conservadores de que la medida no es lo suficientemente agresiva en el desmantelamiento de algunas partes de la ley de Obama.
«Me sigue pareciendo como un Obamacare ligth», dijo el senador republicano Rand Paul, uno de tres conservadores de la cámara alta que han criticado el nuevo proyecto de ley del partido. «Va a ser necesario mejorarlo».
Los créditos fiscales propuestos por los republicanos —que oscilan entre 2.000 y 14.000 dólares para las familias— serían reembolsables, lo que significa que incluso las personas sin obligaciones fiscales recibirían los pagos. Los conservadores han objetado que esa característica crea un nuevo programa de beneficios que el gobierno no puede darse el lujo de pagar.
Orrin Hatch, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, no quiso descartar que la medida sufra cambios en la cámara alta, donde un número significativo de republicanos moderados han expresado su preocupación de que pudiera dejar a demasiados votantes sin cobertura.
«La Cámara de Representantes tiene el derecho de plantear lo que desee y, al aprobarlo, presentarlo al Senado. Y nosotros tenemos el derecho a examinarlo y ver si nos gusta o no», declaró Hatch a los reporteros.
De igual manera, cuatro senadores republicanos le enviaron una carta a Mitch McConnell, líder de la mayoría en la cámara alta, poco antes de que el proyecto de ley fuese dado a conocer.
Se quejaron de que un borrador preliminar «no proporciona estabilidad ni certidumbre para los individuos y las familias en los programas de expansión del Medicaid ni la flexibilidad necesaria para los estados». La misiva fue firmada por los senadores Rob Portman, de Ohio; Shelley Moore Capito, de Virginia Occidental; Cory Gardner, de Colorado; y Lisa Murkowski, de Alaska.
Treinta y un estados y el Distrito de Columbia optaron por ampliar la cobertura del Medicaid a 11 millones de personas y aceptar un incremento en el gasto federal para el programa. Aproximadamente la mitad de dichos estados tienen gobernadores republicanos, que en gran medida se muestran renuentes a que dicho gasto sea recortado.
En otra característica que pudiera generar el rechazo de los republicanos moderados, la medida bloquearía durante un año los pagos federales a Planned Parenthood, la organización de salud de la mujer a la que desde hace tiempo se oponen muchos en el partido debido a que efectúa abortos. Le prohíbe también a la gente recibir créditos fiscales para ayudarse a pagar las primas de seguros que proporcionen abortos.
Los republicanos dijeron que la Oficina de Asuntos Presupuestarios del Congreso, un organismo no partidista, aún no les ha entregado los estimados oficiales de los costos totales del proyecto de ley. Las proyecciones de dicha oficina acerca del costo de la propuesta legislativa y el número de personas a las que les daría cobertura podrían ser cruciales para que los republicanos más exigentes apoyen la propuesta, o podrían hacerlos aún más renuentes a respaldarla.
Los incrementos impositivos a personas de ingresos más altos, al sector de los seguros y a otros, que son utilizados para financiar la expansión de cobertura del programa de Obama, serían revocados a partir de 2018.
En un cambio de último minuto para satisfacer a los legisladores conservadores, propietarios de negocios y sindicatos, los republicanos retiraron un plan impulsado por Ryan para aplicar un impuesto nuevo a las pólizas de seguros más generosas proporcionadas por empleadores.
Además, se mantendrían las populares protecciones a los consumidores que están en la ley de Obama, como las salvaguardas de seguro para personas con problemas médicos preexistentes, y la capacidad para que los padres mantengan a hijos adultos jóvenes en su seguro hasta los 26 años de edad.