No hubo “ola roja” republicana; dura pelea por las dos cámaras

Los republicanos cerraban el miércoles una estrecha mayoría en la Cámara de Representantes, mientras que el control del Senado dependía de las reñidas contiendas de Arizona, Nevada y Georgia en unas elecciones intermedias que desafiaron las expectativas de victorias conservadoras abrumadoras impulsadas por la frustración por la inflación y el liderazgo del presidente Joe Biden.

El éxito del demócrata John Fetterman en cambiar la banca republicana de Pensilvania en el Senado, donde este partido es mayoría, aumentaba las esperanzas demócratas de mantener el control de la cámara. Los republicanos encontraron un punto brillante en Wisconsin, donde la victoria del senador Ron Johnson aumentaba las apuestas de las contiendas donde los resultados no estaban claros y el conteo de votos seguía.

En la Cámara de Representantes, los demócratas mantuvieron escaños en distritos desde Virginia hasta Kansas y Rhode Island, mientras que muchos en estados como Nueva York y California no han anunciado ganadores. Pero los republicanos lograron varias victorias importantes en su intento de cambiar los cinco escaños necesarios para recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes. En una victoria particularmente simbólica, el Partido Republicano derrotó al jefe de campaña demócrata de la cámara baja, Sean Patrick Maloney, de Nueva York.

Los demócratas también tuvieron éxito en las contiendas para gobernador, ganando en Wisconsin, Michigan y Pensilvania, campos de batalla críticos para la victoria de Biden en 2020 ante Donald Trump. Y también en Maryland y Massachusetts. Pero los republicanos lograron mantener los gobiernos de Florida, Texas y Georgia, otro estado en el que Biden ganó por poco margen hace dos años.

El miércoles todavía se estaban contando los votos en todo el país, lo que significa que los republicanos aún podrían emerger, tal como se anticipaba.

Pero no hubo un fuerte aumento del Partido Republicano ni
“una ola roja”, lo que animaba a los demócratas que se habían preparado para grandes derrotas y planteaba dudas sobre el tamaño de la mayoría gobernante de los republicanos si ganan la cámara baja.

“Mientras estamos sentados aquí, no puedo, con 100 por ciento de certeza, decirles quién tiene la mayoría en la Cámara de Representantes”, destacó el representante de Nueva York, Sean Patrick Maloney, jefe de la campaña demócrata en dicha instancia, después de aceptar su derrota el miércoles. “Si no llegamos, vamos a saber que lo dimos todo y vencimos la propagación”.

La derrota de Maloney marca la primera vez desde 1980 que el jefe de la campaña demócrata en la cámara es derrotado.

Las contiendas en ambas cámaras del Congreso determinarán el futuro de la agenda de Biden y servirán como un referendo sobre su administración mientras la nación se tambalea por la inflación récord y las preocupaciones sobre la dirección del país.

El control republicano de la Cámara de Representantes probablemente desencadenará una serie de investigaciones sobre Biden y su familia, y si los republicanos llegan finalmente a controlar el Senado se obstaculizaría la capacidad del presidente para hacer nombramientos judiciales.

Los demócratas enfrentaron vientos en contra históricos. El partido en el poder casi siempre sufre pérdidas en las primeras elecciones intermedias tras la votación presidencial, pero los demócratas apostaban a que la ira por la decisión de la Corte Suprema de anular el derecho al aborto animaría a sus votantes a oponerse a las tendencias históricas.

En tanto, los demócratas de Pensilvania ganaron la gubernatura para acompañar su victoria en el Senado. Fetterman enfrentó cuestionamientos sobre su aptitud para el cargo después de sufrir un derrame cerebral, pero superó al republicano Mehmet Oz, un médico respaldado por Trump. En la contienda por la gobernación, el fiscal general demócrata, Josh Shapiro, venció al republicano Doug Mastriano, un negacionista electoral que algunos temían que no certificaría una victoria presidencial demócrata en el estado en 2024.

Los demócratas Tony Evers de Wisconsin, Gretchen Whitmer de Michigan, Kathy Hochul de Nueva York, Michelle Luján Grisham, de Nuevo México, Maura Healey, de Massachussetts, y Janet Mill, de Maine, también derrotaron a los republicanos.

Los gobernadores republicanos también cosecharon éxitos. El gobernador de Georgia, Brian Kemp, ganó la reelección al derrotar a Stacey Abrams en una revancha de la contienda de 2018. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el de Texas, Greg Abbott, dos posibles candidatos presidenciales republicanos en el futuro, vencieron a los demócratas en los dos estados con tendencia republicana más grandes del país.

Las elecciones de 2022 están en camino de costar 16.700 millones de dólares a nivel estatal y federal, lo que las convierte en las votaciones intermedias más costosas de la historia, según la organización apartidista de seguimiento de finanzas de campaña, OpenSecrets.