“No deporten a nuestro padre”

Víctor Caycho
Washington Hispanic

as horas corren y cuatro niños –todos ellos ciudadanos estadounidenses- están desesperados y esperan que una decisión de último minuto ocurra en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), para que su padre no sea deportado el próximo martes 18, como está programado.

Ellos son Eric, de 14 años, Elsiy, de seis, Anuar, de 9 y Edwin, de 11, quienes recientemente viajaron desde Willard, Ohio, donde residen, hasta Washington DC para pedir clemencia en el caso de su padre, Jesús Lara.

“No sé cuál sería mi futuro sin mi papá”, escribió Eric, el mayor de los niños, al representante republicano Bob Gibbs, de Ohio. “Por favor, haga todo lo que pueda para que mi padre se quede con nosotros”, añadió en la misiva, a la que se han sumado más de 34 mil firmas hasta el momento.

Jesús Lara es de origen mexicano, llegó hace 16 años a Willard y además de un padre amoroso es una persona ejemplar, contribuye con su comunidad e incluso compró una casa en esa localidad.

Además, no tiene ningún récord criminal. Pero en 2008 se le encontró manejando su vehículo sin licencia. Se ordenó su deportación ese año, perdió su apelación en 2011 pero en 2014 obtuvo un permiso de dos años para permanecer en el país y también un permiso de trabajo.

Este año, en su revisión anual de mayo, ordenaron ponerle una tobillera electrónica y el ICE le dijo que iba a ser deportado, con fecha 18 de julio.

Elsiy, la menor de los hermanos y “la princesita” de la familia, imploró a las autoridades del DHS: “Amo a mi padre y deseo con todas mis fuerzas que él permanezca con todos nosotros. No lo deporten, por favor”.