Musk defiende en la Casa Blanca los recortes federales pero su hijo le roba protagonismo

El hijo de Elon Musk robó el protagonismo este martes a su padre en el despacho oval de la Casa Blanca, donde el presidente Donald Trump aumentó los poderes del hombre más rico del mundo para reformar el gobierno.

 



Vestido con una gorra negra con el lema «Haz que Estados Unidos sea grande otra vez», camiseta negra y abrigo, el magnate de SpaceX y Tesla habló con los periodistas mientras Trump se sentaba detrás del histórico escritorio presidencial.

 

El millonario, nombrado por Trump a la cabeza de una comisión de reducción de costos, llamada DOGE, advirtió que sin recortes Estados Unidos se «declararía en quiebra».

 

Reconoció que cometería «errores» pero dijo que se enfrenta a lo que llamó el poder de una burocracia «no elegida».

 

Trump firmó un decreto para otorgar al DOGE más poderes para ordenar a los jefes de los departamentos gubernamentales que se preparen para más recortes.

 

Sus adversarios los consideran inconstitucionales.

 

De vez en cuando Musk interrumpió el discurso para intentar distraer a «X», el hijo que tuvo con la cantante Grimes, a quien Donald Trump describe como un niño con un «coeficiente intelectual alto».

 

Balbuceando a veces, sobre los hombros de su padre o sentado en el suelo, el niño de cuatro años, cuyo nombre completo es X Æ A-XII, no se dejó impresionar demasiado por las cámaras que lo enfocaban.

 

Jugueteó con las orejas de su padre, quien finalmente lo entregó a una mujer en la sala para que lo sacara al exterior.

 

– «¿Tengo detractores?» –

«Puede ser difícil a ratos», comentó.

 

Fue una aparición poco ortodoxa de Musk, cuyo estilo iconoclasta atrajo a Trump cuando buscaba la cabeza visible de su reforma gubernamental.

 

Musk, el mayor donante de la campaña electoral con más de 250 millones de dólares, ha traído a un equipo de jóvenes ingenieros para impulsar un programa de eficiencia implacable.

 

Como consecuencia se han cerrado algunas agencias federales y se ha pedido a muchos empleados que no acudan a trabajar, lo que ha desatado batallas legales en todo el país y denuncias de intento de toma de poder ilegal.

 

Cuando un periodista le preguntó qué pensaba de sus «detractores», Musk primero bromeó: «¿Tengo detractores?» «No lo creo», antes de añadir que gracias a la victoria electoral de Trump no podría haber «un mandato más fuerte».

 

«La gente votó por una reforma gubernamental importante y eso es lo que la gente va a tener», dijo Musk.

 

– «Verifico» con el jefe -También se le acusa de ser un hipócrita por criticar a los burócratas «no elegidos», cuando él se ha convertido en un funcionario no elegido que ejerce un gran poder.

 

Los periodistas le preguntaron por posibles conflictos de intereses dado que SpaceX tiene miles de millones de dólares en contratos con el mismo gobierno que él está auditando.

 

Musk rechazó las críticas, diciendo que estaba siendo «transparente». Y añadió: «No es que crea que puedo salirme con la mía, seré escrutado sin parar».

 

Mientras él hablaba de transparencia, la Associated Press denunciaba que su periodista en la Casa Blanca fue excluido del acto de Musk debido a la negativa de la agencia de noticias estadounidense de escribir «Golfo de América» en vez de «Golfo de México», como el magnate decidió en enero por decreto.

 

Después de Musk habló Trump. Elogió el trabajo del multimillonario y arremetió contra los jueces estadounidenses que bloquean algunos de sus planes.

 

Durante la media hora que duró el acto Musk se aseguró de que quedara claro quién era el jefe.

 

«Verifico frecuentemente con el presidente para asegurarme de que esto es lo que el presidente quiere que suceda», contó. Así que «hablamos casi todos los días».