Los voluntad de los votantes republicanos merece ser respetada

PATRICIA GUADALUPE
Washington Hispanic

l avance de Donald Trump hacia la nominación presidencial por el Partido Republicano ha creado una crisis para algunos dentro del partido que consideran que el empresario neoyorquino no debe ser su candidato presidencial. El ex candidato Mitt Romney prácticamente invitó a detener a Trump cuando dijo la semana pasada que sería mejor que los votantes que participan en las primarias republicanas escogieran a otro, como el senador Marco Rubio de la Florida, o el gobernador John Kasich de Ohio. También dijo que Trump es un farsante y un fraude, y que le estaba tomando el pelo a la gente, diciendo indirectamente que estos votantes no sabían lo que estaban haciendo. El liderazgo en ambas cámaras del Congreso ha criticado a Trump, al igual que lo han hecho otros legisladores, y el grupo conservador Club para el Desarrollo (Club for Growth, en inglés) gasta varios millones de dólares en anuncios tratando de convencer a la gente que voten en contra de Trump para evitar que él consiga los delegados necesarios para sellar la nominación. Obviamente Trump no vino de la nada, y cabe preguntar por qué estos que se empeñan en derrotar a Trump no lo hicieron cuando él estaba hablando pestes de los inmigrantes mexicanos y otros grupos. Claro está que no le hicieron caso porque no pensaban que iba a llegar tan lejos, pero ahí está burlándose de la misma gente que lo calificaron de perdedor al principio de la contienda.

Pero todo eso ya está desencadenando algo incluso peor: que algunos dentro de un partido político en el país democrático más poderoso del mundo se burlen de la voluntad de la gente. Por peor que Trump pudiera ser, los votantes lo están escogiendo y en este país es lo que los votantes digan y no un grupo que no esté de acuerdo.

Para conseguir la nominación republicana, se necesitan 1,237 delegados del total de 1,459 delegados disponibles. Trump lleva la delantera con 446 y si gana las primarias del martes que viene solamente necesitaría ganar el 51 por ciento de los estados restantes. Romney insta a votar por Kasich y Rubio porque de esa manera Trump no tendría suficientes delegados, pero para muchos es una estrategia contraproducente.

“Esto significa que los líderes del partido estarían tratando de pasarle por encima de la voluntad de los votantes y contradecir lo que han dicho los votantes”, dice la analista demócrata Melisa Díaz, en Washington. “Los votantes tienen que tener la certeza de que cualquier decisión que tomen como votantes va a ser respetada por los líderes del partido. Esto tendría el efecto de socavar por completo la credibilidad del partido a los ojos de los votantes”.

¿Dónde está el proceso democrático cuando le dices a la gente que los líderes del partido no quieren a la persona que escogieron? ¿Qué clase de ejemplo es para el resto del mundo que varios dentro del liderazgo de un partido le den la espalda a los votantes y los tilden de idiotas?

Incluso aparentemente se llevó a cabo una reunión secreta hace unos días entre líderes del mundo empresarial y altos funcionarios del Partido Republicano, buscando maneras de detener a Trump y encontrar otro candidato. Según varios reportes, la reunión se realizó durante una conferencia en el estado de Georgia del Instituto Americano Empresarial (American Enterprise Institute), un grupo conservador que se enfoca en temas económicos. El comentarista conservador William Kristol escribió que “habían muchas caras serias e infelices. La tarea clave ahora es buscar como detenerlo”.

Estas tácticas de echar a un lado al que pueda ser el nominado porque no se lleva bien con el liderazgo es algo que les preocupa a los republicanos que representan la base del partido, como Danny Vargas, de Virginia, ex candidato a la asamblea estatal por el partido republicano.

“Es peor que el peor show de ‘reality’ en la televisión. Es un circo absurdo y lo peor que he visto”, comentó Vargas. “Los votantes tienen que tener la certeza que cualquier decisión que tomen como votantes va a ser respetada por los líderes del partido. Si siguen en este camino pudiera ser el principio del final para el Partido Republicano tal y como lo conocemos”.

Trump por su parte asevera que va a ganar y conseguir la nominación, y que cualquier intento de detenerlo solamente instará más a sus seguidores para continuar apoyándolo.

De todas las cosas que pudieran pasar en esta contienda presidencial, ¿quién se podría imaginar que algunos estarían abiertamente trabajando en contra del mismo proceso democrático que se jactan de usar como ejemplo para los demás?