Los republicanos inculpan al ministro de inmigración de Biden

Los republicanos inculparon este martes al secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, por la crisis migratoria en la frontera con México, un tema clave para las presidenciales de noviembre.

Es la primera vez en 150 años que se abre un juicio político a un alto cargo de un gabinete. Solo ocurrió en 1876 con el Secretario de Guerra William Belknap.

La cámara baja del Congreso, donde los conservadores tienen una estrecha mayoría, acusó formalmente a Mayorkas de no hacer cumplir la ley de inmigración y de haber «violado la confianza pública».

Las posibilidades de que prospere en el Senado son casi nulas dado que los demócratas tienen mayoría, aunque ajustada.

Fue el segundo golpe de los republicanos contra Mayorkas después de un estrepitoso fracaso la semana pasada por no haber calculado bien cuántos congresistas habría en el hemiciclo.

La votación del martes ha sido muy reñida, pero la balanza se inclinó a favor de la inculpación gracias al  regreso del líder de la mayoría republicana en esta cámara, Steve Scalise, tras recibir un tratamiento contra el cáncer. Se adoptó por un voto de diferencia: 214 contra 213.

«Después de una declaración de guerra, la inculpación es posiblemente la potestad más seria otorgada a la Cámara y hemos tratado este asunto como corresponde», dijo el presidente de la institución, el republicano Mike Johnson, muy cercano al magnate Donald Trump.

«Dado que este secretario se niega a realizar el trabajo (…) la Cámara debe actuar», añadió.

– «Inconstitucional» –
La reacción del presidente demócrata Joe Biden ha sido inmediata. «La historia no verá con buenos ojos a los republicanos de la Cámara de Representantes por su flagrante acto de partidismo inconstitucional que ha apuntado a un servidor público honorable para prestarse a juegos políticos mezquinos», estimó en un comunicado.

Igual de airada ha sido la respuesta del Departamento de Seguridad Interior (DHS). «(Los republicanos) serán recordados en la historia por pisotear la Constitución para obtener beneficios políticos en lugar de trabajar para resolver los graves desafíos en nuestra frontera», afirmó la portavoz Mia Ehrenberg.

Los conservadores llevan meses culpando a Mayorkas de las entradas récords de migrantes, muchos de ellos latinoamericanos.
Denuncian una «invasión» y el «caos» de una «política de puertas abiertas»: solo en diciembre los migrantes o solicitantes de asilo han sido interceptados 302.000 veces en la frontera con México.

El núcleo más conservador actúa al compás del dictado del expresidente Donald Trump, el favorito para la nominación presidencial republicana para los comicios de noviembre, que amenaza con una deportación masiva de migrantes si regresa a la Casa Blanca.

La inculpación política (conocida en inglés como impeachment) se desarrolla en dos etapas.

En primer lugar, la Cámara de Representantes vota, por mayoría simple, los artículos de acusación. Es lo que hicieron los congresistas por segunda vez este martes.

Tras la inculpación, el Senado, la cámara alta del Congreso, lo someterá a juicio. Necesita una mayoría de dos tercios para condenarlo, en cuyo caso la destitución es automática y sin recurso. De lo contrario, Alejandro Mayorkas será absuelto.

La apertura de un juicio político genera polémica. El congresista Ken Buck, uno de los tres republicanos que votaron en contra la semana pasada, calificó la medida de «artimaña».

En una carta abierta 25 expertos legales lo consideran «completamente injustificado».

Los demócratas acusan a los republicanos de quejarse de la situación en la frontera y no ponerle remedio.

Se basan en que los conservadores bloquearon en el Senado un acuerdo migratorio bipartidista con más restricciones, que ellos mismos habían pedido, por considerarlo demasiado laxo.