Logran acuerdo para plan gigante de infraestructura

Después de semanas de vacilaciones y desencuentros entre los dos partidos, el Senado resolvió en una brusca aceleración iniciar la elaboración de un plan nacional de infraestructura de casi 1 billón de dólares, una vez que la Casa Blanca y un grupo bipartidista de senadores acordaron la noche del miércoles las disposiciones principales de un paquete que es crucial para los planes del presidente Joe Biden.

Biden dijo que el acuerdo demostrará que Estados Unidos es capaz de “hacer grandes cosas”. Incluye las inversiones a largo plazo más grandes en casi un siglo, a la altura de obras como el ferrocarril transcontinental o el sistema interestatal de autopistas.

“Este acuerdo es una señal al mundo de que nuestra democracia puede funcionar”, dijo Biden antes de la votación del miércoles por la noche. “Una vez más podemos transformar Estados Unidos y tomar impulso hacia el futuro”.

Después de casi dos meses de negociaciones, la inusual votación bipartidista de 67-32 a favor de iniciar el tratamiento formal en el Senado es reveladora del interés que despierta el paquete en la cámara alta. Pero no está claro si se sumarán suficientes senadores republicanos a los demócratas para la aprobación final.

La aprobación requiere 60 votos en un Senado dividido 50-50.

El principal negociador republicano, senador Rob Portman, anunció el acuerdo bipartidista sobre el paquete de 1 billón de dólares el miércoles en el Capitolio.

Transformará el país

En una declaración, el presidente Biden agradeció al grupo bipartidista por trabajar juntos y haber llegado al acuerdo “que pondrá a los estadounidenses a trabajar en empleos bien remunerados y sindicalizados para reparar nuestras carreteras y puentes”.

“Pondrá a trabajar a fontaneros y operarios para reemplazar todas las tuberías de agua con plomo de la nación para que todos los niños y todos los estadounidenses puedan abrir el grifo en casa o en la escuela y beber agua limpia, incluso en las comunidades de bajos ingresos y las comunidades de color que se han visto desproporcionadamente afectadas por las peligrosas tuberías de plomo”, añadió.

También dijo que construirán líneas de transmisión y mejorarán nuestra red eléctrica para que sea más resistente y limpia. “Los estadounidenses –añadió-, reforzarán nuestras infraestructuras, como nuestros diques, frente a fenómenos meteorológicos extremos como súper tormentas, incendios forestales, sequías, huracanes y olas de calor”.

El paquete –prosiguió-, incluirá “una inversión histórica” para instalar la primera red nacional de estaciones de recarga de vehículos eléctricos.

“Este acuerdo bipartidista es la inversión más importante en transporte público de la historia de Estados Unidos y la más importante en ferrocarril desde la creación de Amtrak hace 50 años”, señaló, para añadir que también “proporcionará Internet de alta velocidad a todos los estadounidenses”.

“Y lo vamos a hacer sin subir los impuestos ni un céntimo a las personas que ganan menos de 400.000 dólares al año, sin aumentar el impuesto sobre la gasolina y sin aplicar una tasa a los vehículos eléctricos”, manifestó Biden en la declaración.

El presidente destacó que el acuerdo llega en un momento crítico. “Estamos saliendo de esta pandemia con una economía que ha regresado del abismo y viendo el crecimiento de empleo más rápido de la historia”, precisó.

También hizo notar que ninguna de las partes –demócratas y republicanos-, ha conseguido todo lo que quería en este acuerdo. “Pero eso es lo que significa comprometerse y forjar un consenso, el corazón de la democracia, y ahora que el acuerdo se somete a la consideración de todo el Senado, todavía queda mucho trabajo por delante para llevarlo a cabo”, dijo, citando posibles “desacuerdos que resolver y más compromisos que forjar por el camino”.

“CREARÁ MILLONES DE PUESTOS DE TRABAJO”

La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina M. Raimondo, emitió la siguiente declaración sobre el acuerdo bipartidista en materia de infraestructuras:

«Hoy, estamos un paso más cerca de hacer una inversión histórica en la infraestructura de Estados Unidos que creará millones de puestos de trabajo y posicionará a la nación para seguir siendo competitivo en el siglo XXI.

«Todo el mundo verá los beneficios de invertir en nuestras infraestructuras. Desde la ampliación del acceso a una banda ancha asequible y fiable hasta la reconstrucción de nuestras carreteras y puentes, este acuerdo es beneficioso para los ciudadanos estadounidenses”.