Las mentiras electorales de Trump se ven a prueba en Arizona
El apoyo en el Partido Republicano a las mentiras electorales de Trump se veía a prueba el martes, cuando los votantes en Arizona elegían entre aspirantes que decían que no habrían certificado los resultados de la campaña de 2020 y los que argumentaban que era el momento de mirar hacia el futuro.
El expresidente apoyó e hizo campaña por una serie de aspirantes que defendían sus falsedades, en especial la expresentadora de noticieros Kari Lake, que buscaba la candidatura a gobernadora. Lake, que dijo que se habría negado a certificar la ajustada victoria en Arizona del presidente, Joe Biden, se enfrentaba a Karrin Taylor Robson, abogada y empresaria que dijo que el partido debería centrarse en el futuro, aunque ha descrito las elecciones de 2020 como “injustas”.
La votación estaba demasiado ajustada para declarar un ganador, con Robson en cabeza por 3 puntos porcentuales. El margen se reducía conforme se contabilizaban las boletas presenciales, más favorables a Lake que el voto anticipado.
Un aspirante respaldado por Trump, Mark Finchem, se impuso en la pugna por la candidatura republicana a secretario de Estado, el puesto que supervisa las elecciones. El legislador estatal estuvo en el Capitolio federal el 6 de enero de 2021 y defiende teorías conspirativas sobre las elecciones.
Las primarias para las elecciones de media legislatura entran en su recta final este mes, y se espera que las votaciones en Arizona den pistas importantes sobre el rumbo del Partido Republicano. Las victorias de candidatos apoyados por Trump podrían ofrecer al expresidente aliados con influencia sobre la gestión electoral, mientras él estudia volver a presentarse a la presidencia en 2024. Si pierden, por el contrario, eso podría apuntar a que el partido está abierto a cambiar de dirección.
“Creo que la mayoría de la gente, y mucha gente que son seguidores de Trump, quieren dejarlo atrás”, dijo la exgobernadora de Arizona Jan Brewer, que apoyaba a Robson. “Quiero decir, eso fue hace dos años. Vamos. Dejémoslo atrás”.
Esas votaciones se celebraban en una de la noches de primarias más atareadas del año, que incluyeron algunos toques de atención para los republicanos.
En Kansas, los votantes rechazaron una enmienda constitucional que habría permitido a la legislatura estatal restringir o prohibir el aborto. Eran los primeros votantes en pronunciarse sobre el derecho al aborto desde que la Corte Suprema de Estados Unidos revocó el derecho constitucional a interrumpir un embarazo.
El rechazo a la medida en un estado conservador es un indicio de posible energía para los demócratas, que esperaban que la indignación por el fallo sobre el aborto superase a las preocupaciones sobre la inflación y a la persistente impopularidad del presidente Biden.
También en Kansas, los republicanos eligieron al estricto conservador Kris Kobach como candidato a secretario de Justicia, en un impulso a su campaña de regreso.
Tudor Dixon, tertuliana conservadora, ganó las primarias republicanas a gobernador de Michigan, tras imponerse a varios rivales poco conocidos unos días después de que Trump la apoyara. Se enfrentará en noviembre a la gobernadora, la demócrata Gretchen Whitmer.
En Missouri, el secretario de Justicia, Eric Schmitt, ganó la candidatura republicana a senador y se enfrentará a la demócrata Trudy Busch Valentine, heredera de la fortuna de la cervecera Anheuser-Busch. Y dos representantes republicanos del estado de Washington que votaron a favor de impugnar a Trump enfrentaban rivales en las primarias.
Pero las votaciones más señaladas eran las de Arizona, un antiguo bastión republicano que se ha vuelto más favorable para los demócratas en los últimos años debido al crecimiento explosivo en Phoenix y sus alrededores. Las primarias y las elecciones de otoño en el estado mostrarán si la victoria de Biden allí en 2020 fue algo ocasional o el inicio de un cambio de largo plazo para alejarse del Partido Republicano.
Blake Masters ganó una candidatura republicana al Senado de Arizona. Es un aspirante de 35 años que ha dedicado la mayor parte de su carrera a trabajar para el multimillonario Peter Thiel, que financió su campaña. Masters recalcó agravios culturales que animan a la derecha, como la teoría crítica de la raza y las acusaciones sobre censura en las grandes plataformas tecnológicas.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes de Arizona, Rusty Bowers, perdió su votación para un escaño en el Senado estatal tras negarse a las peticiones del expresidente Trump de ayudar a revocar el resultado electoral de 2020 y declarar ante el Congreso sobre esos esfuerzos.