Hondureño se mata tras ser separado de su hijo

Víctor Caycho
Washington Hispanic

Más de un mes después de su trágica muerte recién se conocieron algunos detalles de la muerte de un inmigrante hondureño, quien se ahorcó con su propio suéter atado a una alcantarilla en la celda de una prisión en Texas, hasta donde fue llevado por agentes de inmigración después de ingresar por la frontera sur de manera ilegal.

La muerte se descubrió la mañana del 13 de mayo, luego que Marco Antonio Muñoz, de 39 años, fue encontrado inconsciente y de bruces sobre el piso de la celda.

Recién el 5 de junio el Departamento de Policía del condado Starr, presentó un reporte de incidentes en la fiscalía estatal de Texas, donde se incluyó el caso de Muñoz.

Un informe del Washington Post fue el primero en destapar la trágica muerte. Según la publicación, Muñoz entró al país con su esposa y con su hijo de tres años, pero se enfureció cuando los agentes le informaron que la familia sería separada.

Otras fuentes indicaron que el detenido se volvió frenético cuando los alguaciles le arrebataron de los brazos a su menor hijo, llamado José, de apenas tres años de edad, delante de su esposa Orlanda, quien también fue separada.

El informe del alguacil, así como un comunicado de prensa emitido luego por el CBP, no mencionó esos detalles.

El diario también señaló que Muñoz dejó Honduras con Orlanda y su hijo después que su cuñado fue asesinado, “dejando a la familia temiendo por sus vidas”.

Los tres cruzaron el fronterizo río Grande el 12 de mayo en la localidad de Granjeno, en Texas, antes de entregarse a las autoridades para solicitar asilo. Pero después de ser puestos en custodia miembros de la Patrulla Fronteriza les informaron que serían separados.

Allí fue donde Marco Antonio se puso frenético y rechazó entregar a su hijo, abrazándolo con fuerza.

Después que le arrebataron al menor, un agente declaró en forma anónima al Post que el padre quedó emocionalmente desestabilizado, y que después trató de escapar tres veces.

“Ellos tuvieron que usar la fuerza física para tomar al niño fuera de sus manos”, señaló el agente anónimo al Post.

Muñoz fue encerrado y se ordenó que los guardias lo vigilaran cada media hora. También había una cámara en su celda, según corroboró AP.

El suicidio se produjo al día siguiente, 13 de mayo. Las autoridades indicaron que lo encontraron inconsciente y fue declarado muerto a las 10 de la mañana.

La grabación de video de su celda mostró cuando Muñoz ató su suéter a una reja de alcantarilla en el suelo, lo enlazó en su cuello y giró varias veces su cuerpo, cortando su circulación y su respiración

Acerca de este caso, Ur Jaddou, director de la organización DHS Watch, de America’s Voice en Washington, enfatizó que “es una muestra de las devastadoras consecuencias que trae la política de esta administración, que separa a los niños de sus padres”.

“Es tiempo de que el Congreso federal demande que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) responda a los requerimientos de un reporte. Las muertes de detenidos que son mantenidas en secreto son inaceptables y peligrosas”, sentenció.