Hispanos dan mejores cuidados a familiares
Redacción
Washington Hispanic
n comparación con otros grupos de la población en Estados Unidos los cuidadores familiares de origen hispano pasan más tiempo y gastan más dinero en el cuidado de un ser querido.
Así lo señala el reporte “Costos de cuidado familiar y gastos de bolsillo: informe del 2016”, difundido esta semana por la Asociación Americana de Personas Retiradas (AARP, por sus siglas en inglés).
El reporte explica que, en promedio, los cuidadores familiares hispanos utilizan el 44 por ciento de sus ingresos anuales en gastos relacionados con el cuidado de su ser querido. Además, pasan un 52 por ciento más de su tiempo cada semana prestando ese tipo de cuidados.
AARP dio a conocer este informe durante el lanzamiento de un documental en español titulado Cada paso del camino/Every Step of the Way, una iniciativa dirigida precisamente a crear conciencia sobre los desafíos diarios que enfrentan muchos latinos que cuidan de un ser querido en el país.
La película tiene como meta propiciar una conversación entre los latinos sobre la mejor manera de planificar y administrar el rol del cuidador familiar, señaló la organización.
Asimismo, invitó a la audiencia a su sitio web renovado, aarp.org/cuidar o aarp.org/caregiving, en inglés. En él, los visitantes podrán acceder a información útil, descubrir servicios locales, unirse a una comunidad en internet de personas que cuidan de un familiar y conectarse con otras personas que entienden los desafíos que enfrentan en esa tarea.
“AARP está aquí para apoyar a los hispanos que cuidan de un ser querido, al brindar herramientas y recursos en español, adaptados a temas y desafíos específicos, como cuidar de un ser querido con demencia, además de consejos prácticos y herramientas», expresó Yvette Peña, vicepresidenta de Liderazgo Multicultural de AARP y de Estrategias para la Audiencia Latina.
Los latinos representan el 21 por ciento de los cerca de 40 millones de cuidadores familiares en el país, que brindan cuidados no remunerados a sus padres, cónyuges, parejas y a otros seres queridos adultos.
Muchos cuidadores familiares, en especial hombres, a menudo no están preparados para desempeñar las tareas más complejas de esta labor, pero lo hacen con todo el cariño que puedan ofrecer.