EEUU y Francia tienen una cita con la historia

Víctor Caycho
Washington Hispanic

No sólo hubo fuertes apretones de manos, abrazos y los tradicionales besos al estilo francés (en las dos mejillas) entre los presidentes de Estados Unidos y Francia durante la primera Visita de Estado de un mandatario extranjero durante la administración Donald Trump.

Ello sin contar la exhibición de alta costura y el glamour que las primeras damas de ambas naciones exhibieron tanto en la ceremonia de bienvenida en los jardines de la Casa Blanca la mañana del martes 24 como durante la lujosa Cena de Estado, junto a sus esposos y una constelación de 130 invitados en el comedor de la residencia presidencial.

Por encima de todo, los presidentes Donald Trump y Emmanuel Macron mostraron ante el mundo que existe una química especial entre ambos y que sus respectivos gobiernos tienen objetivos comunes en los que continuarán trabajando.

Con una copa de vino con la que hizo un brindis con los invitados, Trump mencionó haber forjado una relación con Macron desde el inicio de su presidencia y la consideró “una amistad perdurable que une a nuestras dos naciones”. Seguidamente, agradeció al mandatario francés por su “firme asociación” en la reciente ofensiva militar en respuesta al ataque con armas químicas lanzado aparentemente por el gobierno sirio.

Asimismo, dijo que se sentía “profundamente honrado” por ser el anfitrión en esta primera Visita de Estado de su gobierno. Trump aprovechó la ocasión para agradecer “el increíble trabajo de la primera dama de Estados Unidos”, su esposa Melania, quien se encargó de los detalles de la fastuosa cena, “lo que nos ha permitido vivir esta noche memorable”.

Por su parte, Macron, en un breve discurso de seis minutos, señaló que “hemos decidido trabajar juntos por nuestros países”, y también destacó “la profunda, fuerte e intensa relación” que ha surgido entre ambas naciones.

“Esta es también una de las razones por las que nuestros militares tomaron una acción legítima hace pocos días”, añadió, aludiendo al bombardeo con aviones de combate franceses, estadounidenses y británicos contra centros de elaboración de armas químicas en Siria.

Horas antes, durante la bienvenida en la Casa Blanca, Macron sintetizó el propósito del histórico encuentro entre ambos líderes. “La historia nos llama. Insta a nuestra gente a encontrar la fortaleza que nos ha guiado en los momentos más difíciles. Francia, y con ella Europa, y Estados Unidos tienen una cita con la historia”, expresó.

Esa misma noche, el ambiente fue más distendido, con una cena que empezó a las 7:52 p.m. con la llegada de los dos presidentes tomados de las manos de sus respectivas esposas. Una escolta de soldados les rindió honores a los sones de una banda militar. Luego, Trump y Melania junto a Macron y Brigitte caminaron sobre una gran alfombra roja y posaron para la prensa en el vestíbulo de la Casa Blanca que se veía profusamente adornado con urnas de flores de cerezos.

Después el ambiente fue más distendido y los invitados –entre ellos los 14 miembros de la delegación oficial de Macron-, degustaron un menú con cordero y tarta de nectarina. También fueron privilegiados espectadores de una actuación exclusiva de la Opera Nacional de Washington.

PRIMERAS DAMAS RIVALIZAN EN ELEGANCIA

• Melania Trump, la primera dama de los Estados Unidos, deslumbró durante la ceremonia de bienvenida al presidente de Francia y su esposa en el South Lawn de la Casa Blanca, el martes 24 por la mañana.
• Llevó un traje blanco exclusivo y hecho a la medida por el diseñador estadounidense Michael Kors.
• Melania Trump –quien fue modelo profesional años atrás-, se “robó el show” al completar su atuendo con un sombrero de ala ancha, también blanco, del diseñador Hervé Pierre.
• Por la noche, en la Cena de Estado, Melania Trump prefirió un elegante vestido plateado de la Casa Chanel, bordado con cristales y lentejuelas.
• Briggite Macron, durante la ceremonia matutina, rindió honores a Louis Vuitton, uno de los grandes iconos de la moda francesa, vistiendo un conjunto también blanco con lazos negros en los bordes del saco.
• Para la cena, la primera dama de Francia seleccionó un vestido color marfil del mismo diseñador, el cual llevaba aplicaciones doradas que corrían enlazadas desde los hombros hasta la altura de los brazos y también en la cintura.