California en campaña para cambiar su mapa electoral y resistir a Trump
En el corazón de Los Ángeles, un equipo de campaña toca puertas incansablemente para pedir a los votantes que apoyen la reforma del mapa electoral de California, para favorecer a la oposición demócrata y resistir a Donald Trump.
Advierten en sus folletos que el presidente «trata de robar las elecciones» de mitad de mandato de 2026 antes de la votación y llaman a los electores a combatir el «fuego con fuego».
Trump puso en marcha en los últimos meses un ciclo vicioso al pedirle a sus aliados en Texas que cambien los márgenes del mapa electoral para ganar hasta cinco escaños republicanos adicionales y poder mantener su mayoría conservadora en la Cámara de Representantes.
Se trata de una maniobra inusual, ya que este tipo de cambios se suele realizar cada diez años, luego de los censores nacionales.
Para contrarrestar la acción de Trump, California organiza un referéndum cuya votación culmina el próximo martes. El objetivo es modificar la Constitución del
Estado para poder alterar su mapa electoral y crear cinco distritos favorables a los demócratas.
«Realmente no estoy a favor, pero voy a votar por esto porque creo que es necesario para equilibrar el terreno de juego», dijo a los promotores de campaña Patrick Bustad, un empresario de 61 años.
«Si los demócratas no se meten en el barro para pelear contra los republicanos, nos van a pasar por encima», señaló.
– «Dale con todo a Trump» –
Trump «quiere ser un dictador, no un presidente», dijo Bustad, quien recordó que el republicano se negó a aceptar la derrota en las elecciones presidenciales de 2020.
Encabezado por el gobernador demócrata Gavin Newsom, el referéndum de California implica un difícil dilema moral.
A diferencia de muchos otros estados del país, California abandonó la controvertida práctica de rediseñar los distritos electorales empleada por los legisladores locales para beneficiar a su partido.
En 2008, bajo el mandato del entonces gobernador Arnold Schwarzenegger, los californianos votaron a favor de ceder el poder de modificar los márgenes distritales a una comisión independiente.
La nueva propuesta de Newsom, llamada «Proposición 50», es dejar de lado ese sistema y volver a la práctica partidista por los próximos cinco años
Las encuestas pronostican una victoria arrasadora.
La campaña de Newsom está tan confiada que incluso dejó de recaudar fondos más de una semana antes de la votación.
La antipatía mutua entre Trump y California ha marcado la campaña.
La principal publicidad a favor de la «Proposición 50» imagina a Trump furioso gritándole a la televisión tras la victoria del referéndum, junto al eslogan «Dale con todo a Trump».
– Injusticia –
Frente al resentimiento, las grandes figuras trumpistas no se desplazaron a California para hacer campaña contra el referéndum.
La voz más notable del Partido Republicano contra la medida es Arnold Schwarzenegger, quien advirtió que «no se arregla un error con otro».
La politóloga Sara Sadhwani, de la comisión de reagrupación distrital, que apoya la «Proposición 50», coincide con el mensaje de Schwarzenegger.
«Tengo tres hijos y les digo eso regularmente. Pero también les digo que cuando un bravucón los persigue, tienen que defenderse», sostiene
«Eso es lo que se le pide a los californianos ahora: hay un intento muy real de amañar esta elección a nivel nacional».
Aun así, sostiene que se trata de «nivelar hacia abajo».
Otros estados republicanos (Misuri, Carolina del Norte e Indiana) y demócratas (Nueva York, Virginia e Illinois) también consideran adoptar la práctica.
«La confianza electoral está en un mínimo histórico, y no veo que esto realmente mejore la situación», considera Sadhwani.
Esa desconfianza está latente en Taft, un núcleo republicano al norte de Los Ángeles.
Paula Patterson, de 66 años, cree que de ser aprobado el referéndum, «los demócratas van a dominar todo» y dejarán sin derechos a la población.
Newsom «quiere las cosas a su manera para poder amañar las elecciones», agregó.

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