Caen 680 en gran redada

Víctor Caycho
Washington Hispanic

Cuando iniciaban su jornada diaria, centenares de trabajadores fueron sorprendidos el miércoles 7 por una serie de redadas simultáneas que se enfocaron en siete plantas procesadoras de pollo en Mississippi, a cargo de agentes federales del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).

Algunos trataron de escapar a pie pero fueron capturados en las zonas de estacionamiento, donde los agentes se ubicaron estratégicamente y revisaron a todas las personas, incluidos los maleteros de los vehículos.

Al final de la jornada, 680 empleados inmigrantes fueron esposados y llevados en autobuses hasta un hangar militar. Sin embargo, el jueves por la mañana alrededor de 300 habían sido liberados “por razones humanitarias”. Ellos salieron del lugar previa entrega de notificaciones para presentarse ante los jueces de inmigración, según dijo Bryan Cox, portavoz del ICE.

Se trató de la mayor redada migratoria realizada en el país en los últimos 10 años.

En las siete plantas laboraban numerosos cónyuges a la vez, por lo que decenas de niños quedaron en la orfandad. El drama fue aún mayor cuando los menores, algunos de muy corta edad, llegaron desde sus escuelas elementales e intermedias por ser el primer día de clases del año escolar en Mississippi. En medio del llanto reclamaban por sus padres mientras sus familiares y vecinos no sabían qué hacer.

Mientras tanto, la localidad de Morton y sus alrededores –en cuyas cercanías se levantan varias de las plantas allanadas-, la población inmigrante se ha encerrado en sus casas por temor a nuevas redadas. El jueves se supo que unos 150 estudiantes faltaron a clases. “Fue el peor día que hemos pasado”, declararon varios educadores, según reveló el superintendente del condado Scott, Tony McGee.

En la más grande operación de su tipo que se haya registrado desde hace más de una década en un estado de la nación, 680 trabajadores inmigrantes, en su gran mayoría hispanos, fueron arrestados por agentes federales de inmigración (ICE) la mañana del miércoles 7, tras allanar siete plantas procesadoras de pollo en Mississippi.

De los arrestados, 107 son mexicanos, según confirmó el jueves el ministro de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, en conferencia de prensa. Por el momento se desconoce la nacionalidad del resto de los trabajadores, hombres y mujeres, a quienes les colocaron esposas antes de llevarlos en autobuses a varios centros de detención. No se confirmaron cifras sobre las nacionalidades de los restantes detenidos, aunque fuentes señalaron que hay un elevado número de centroamericanos.

Los empleadores podrían ser acusados de contratar a sabiendas a empleados que están ilegalmente en el país y serán auditados en busca de fraude fiscal, de documentos y salarial, comentó el director interino de la agencia federal de Inmigración y Aduanas, Matthew Albence.
Un reporte de la agencia AP relató que un niño de 13 años de padres guatemaltecos no pudo contener el llanto mientras se despedía de su madre, empleada en Koch Foods Inc, una de las plantas allanadas.

Enviados de CNN difundieron imágenes de decenas de niños llorando en sus hogares. Varios de ellos acababan de retornar de la escuela –en el primer día de clases en ese estado-, los que de pronto se encontraron en la orfandad ya que sus padres y madres se encontraban entre los arrestados. Sus familiares no sabían qué hacer ante esta dolorosa e inesperada situación.

Las redadas del ICE se registraron pocas horas antes de la visita del presidente Donald Trump a El Paso, Texas, la ciudad fronteriza con alto porcentaje de población hispana donde el sábado 3 se registró el mortífero tiroteo causado por un joven supremacista blanco y que dejó un saldo de 22 muertos, siete de ellos mexicanos, y dos decenas de heridos, varios de ellos de gravedad.

Centenares de agentes –alrededor de 600 según reportó la agencia AP-, rodearon primero y luego ingresaron a las plantas procesadoras de alimentos operadas por cinco compañías. Simultáneamente, establecieron un cerco fuera de cada uno de los locales para evitar que alguien escapase, llegando a revisar inclusive los maleteros de los vehículos.

Los empleados fueron formados en largas hileras dentro de las plantas y luego los agentes les pedían y revisaban la identificación de cada uno de ellos para verificar si eran documentados o no.

Enviados de AP fueron testigos de la redada en Morton, localidad situada a unas 40 millas al este de Jackson –la capital de Mississippi-, donde se encuentra la enorme planta de Koch Foods Inc., donde pudieron apreciar que los trabajadores arrestados llenaron tres autobuses, dos de hombres y uno de mujeres.

Las personas arrestadas fueron trasladadas a un hangar militar para ser procesadas por violaciones migratorias, mientras alrededor de 70 familiares, amigos y residentes los despidieron entre gritos de: “¡Déjenlos ir! ¡Déjenlos ir!”, señaló un despacho de Rogelio Solís, periodista de The Associated Press. Poco después llegaron dos autobuses más, añadió.

Se supo que algunos de los trabajadores intentaron evadirse a pie, pero fueron capturados en el estacionamiento.
Domingo Candelaria fue uno de los trabajadores que pudieron demostrar que estaban legalmente en el país, por lo que se les permitió salir de la planta una vez que los agentes inspeccionaron los maleteros de sus vehículos.
“Fue una situación muy triste allá adentro”, contó Candelaria a la agencia AP.

Matthew Albence, director interino del ICE, declaró el mismo miércoles durante una entrevista en Pearl, a poca distancia de la planta de Koch, que las redadas podrían ser las mayores de la historia en un lugar de trabajo en un solo estado.

Al preguntársele sobre las redadas que coincidieron con la visita del presidente Trump a El Paso, Albence respondió: “Esta es una operación a largo plazo que se ha estado realizando”. Dijo que los operativos tienen una “neutralidad racial” y se basan en evidencia de residencia ilegal.

“REDADAS ESPARCEN MÁS TEMOR EN TODA LA COMUNIDAD HISPANA”

Apenas se conoció la realización de estas gigantescas redadas, líderes de organizaciones que apoyan a los inmigrantes cuestionaron la medida.
• Pili Tobar, directora adjunta de Americas’s Voice, concede en Washington, DC: “El ICE realizó la más grande redada en centros de trabajo en una década, arrestando a 680 personas, separándolos de sus familias y esparciendo el temor a través de la comunidad inmigrante en Mississippi y la comunidad hispana en toda la nación. Demasiada gente está muriendo, demasiadas familias están siendo separadas, y demasiadas familias de color viven aterrorizados de lo que sobrevendrá”.
• Bill Chandler, director ejecutivo de Mississippi Immigrant Rights Alliance: Estas terribles redadas son un nuevo intento de desterrar a los hispanos de Mississippi. Esto es lo mismo que está haciendo la Administración Trump en la frontera con la Patrulla Fronteriza”.

MÉXICO LES OFRECE TODO EL APOYO LEGAL

• El canciller de México, Marcelo Ebrard, anunció el jueves que el gobierno de su país ha acudido de inmediato con su red consular para dar apoyo legal y su respaldo a sus connacionales arrestados en las redadas en Mississippi.
• Señaló que las autoridades de su país se han comunicado con sus pares estadounidenses para saber cómo será el proceso y cuál será el destino de los 107 inmigrantes mexicanos detenidos.
• “El gobierno velará por sus ciudadanos en cualquier punto en el que se encuentren”, dijo Ebrard, tras anunciar que se ha enviado una nota diplomática en ese sentido a la Administración Trump.