Biden pide unidad para poner fin a violencia armada

Tras efectuar un recuento de las muertes recientes con armas de fuego en la nación, el presidente Joe Biden les prometió a los neoyorquinos y a todo el país el jueves que el gobierno federal incrementará su combate a esta violencia trabajando más estrechamente con la policía y las comunidades para frenar el creciente derramamiento de sangre.

“Ya basta”, les dijo Biden a legisladores, funcionarios de la policía y de otras agencias del orden reunidos en la sede del departamento de policía de la ciudad. “Podemos hacer algo al respecto”.

Pero la estrategia de Biden para combatir la delincuencia depende mucho de que autoridades federales y locales acepten las propuestas del mandatario sobre formas de gastar dólares federales y ampliar iniciativas que ya están en marcha. Las modestas iniciativas demuestran los límites a lo que él puede hacer en un momento en que el Congreso no muestra interés en aprobar leyes para el control de armas.

Biden acudió a Nueva York un día después del funeral del segundo de dos policías de la ciudad muertos a tiros cuando respondían a un incidente de violencia doméstica el 21 de enero.

Las autoridades pusieron fin al evento para poder dirigirse al hospital, donde otro policía era dado de alta tras resultar herido en otro tiroteo.

La visita le dio al presidente una oportunidad para responder a republicanos que le acusan de actuar con pusilanimidad ante el delito, y para distanciarse de los que en su Partido Demócrata quieren retirar financiamiento a la policía para destinarlo a programas sociales.

“La respuesta no es quitarle fondos a la policía”, dijo. “Es darles a ustedes las herramientas, el entrenamiento, los fondos para ser socios, para ser protectores y conocer a la comunidad”.

 

Dramáticas cifras

Biden habló de cómo 316 personas son baleadas cada día y 106 mueren, incluyendo 26 niños fallecidos por violencia con armas de fuego en lo que va del año.

En Nueva York el mes pasado, una niña de 11 meses fue herida por una bala perdida y una cajera adolescente de un restaurante de comida rápida fue muerta a tiros. Treinta y dos policías han sido baleados en cumplimiento de su deber este año en todo el país y 7 de ellos murieron.

Biden se mueve en un panorama político complejo: Está trabajando para encontrar formas de combatir la delincuencia al tiempo que promueve mayor rendición de cuentas luego de una serie de muertes de personas negras a manos de la policía.

“La respuesta no es abandonar nuestras calles”, dijo. “La respuesta es unirnos, proteger nuestras comunidades, generar confianza y hacer que todos estemos más seguros”.