Biden exige más restricciones a la venta de armas al cumplirse un año de la masacre de Uvalde
El presidente Joe Biden hizo un llamado vehemente el viernes para que se impongan restricciones más estrictas a la venta de armas de fuego, al celebrar el aniversario número 1 de la primera ley federal significativa en casi tres décadas para regularlas, pero señaló que ésta supone apenas un “primer paso importante”. El mandatario exhortó a los electores a que derroten a los legisladores que se resistan.
“Las oraciones están bien. Son importantes… pero no van a detener (las masacres)”, dijo Biden, que apremió al Congreso a que adopte medidas más enérgicas que restrinjan el acceso a las armas. “Ustedes (los legisladores) tienen que actuar. Tienen que moverse. Tienen que hacer algo».
“Si este Congreso se rehúsa a actuar, necesitamos un nuevo Congreso”, agregó.
Biden elogió a los asistentes a una reunión en Connecticut sobre seguridad relacionada con las armas —a la que acudieron numerosos sobrevivientes de ataques a tiros y familiares de víctimas— por “darle un propósito útil a su dolor”, y se comprometió a no cejar en su defensa a favor de leyes más estrictas.
El mandatario pronuncio su discurso en el aniversario de una iniciativa del año pasado que endureció el acceso a las armas, promulgada pocas semanas después de que un sujeto matara a tiros a 19 alumnos y dos maestras de una escuela primaria en Uvalde, Texas. Una década antes, 26 niños y varios miembros del personal fueron asesinados en la masacre a tiros en la escuela Sandy Hook, ubicada a menos de una hora de Hartford.
La ley del año pasado endureció la revisión de antecedentes de los compradores más jóvenes de armas, procuró impedir la tenencia de armas de fuego a personas que han cometido actos de violencia de pareja, e intentó ayudar a los estados a promulgar leyes de alerta que faciliten quitarles las armas a personas consideradas peligrosas.
Biden mencionó diversos aspectos positivos en los que dijo que ya ha influido la ley de 2022.
El incremento en la verificación de antecedentes a cargo del FBI impidió más de 200 ventas a personas menores de 21 años. Aumentaron los juicios a vendedores de armas sin licencia, y se dictaron sanciones adicionales por tráfico de armas en más de 100 casos en todo el país. Se han duplicado los juicios contra quienes venden armas de fuego sin licencia.
“Si esta ley hubiera entrado en vigor hace un año, se habrían salvado vidas”, sostuvo Biden.
Mencionó también las disposiciones que incrementaron el financiamiento para servicios de salud mental y medidas de seguridad, así como las revisiones de antecedentes más exhaustivas de los compradores menores de 21 años. Volvió a insistir en que las revisiones de antecedentes sean universales para todos los compradores y que se prohíba la venta de las llamadas armas de asalto.
Las medidas se inscriben en una plataforma política con vistas a los comicios de 2024 que era prácticamente impensable para los demócratas incluso durante el gobierno de Barack Obama.
La reunión del viernes fue encabezada por el senador federal demócrata Chris Murphy y por grupos defensores de la seguridad en el manejo de las armas que confían en convertir los recientes logros en mayores avances.
“De hecho, estuvimos equivocados durante mucho tiempo. Dejamos una oportunidad sobre la mesa durante décadas”, declaró Murphy en referencia al impulso a la ley sobre seguridad en el uso de las armas. Dijo que había la impresión, luego de las derrotas electorales demócratas que afectaron al partido tras la aprobación de una iniciativa sobre la delincuencia en la década de 1990, de que los votantes no estaban interesados en la seguridad en el manejo de las armas y que se trataba de un tema que podría generarles derrotas políticas.
“Eso fue sólo una mentira”, dijo Murphy. “Pero fue una mentira que los cabilderos en pro de las armas hicieron un gran trabajo en promover, con algo de ayuda de algunos demócratas”.
En particular, Biden desea que se prohíba la venta de las llamadas armas de asalto, un término político para describir a las armas utilizadas con más frecuencia en las balaceras masivas y que tienen capacidad de matar rápidamente a muchas personas. Sin embargo, la idea de una acción adicional, o una acción unilateral por parte de la Casa Blanca, pone intranquilos a algunos republicanos que en 2022 votaron a favor de la medida para regular las armas.
“Estoy un poco nervioso”, dijo el senador republicano John Cornyn. “No quiero que redacten una disposición que básicamente se desvíe de la que hemos negociado o aprobado en votación”.
Funcionarios republicanos en Connecticut se mostraron aún más críticos del gobierno. El representante estatal Craig Fishbein acusó a la Casa Blanca de una “erosión continua de los derechos de los residentes de Connecticut que cumplen con la ley” a través de las políticas sobre armas que ha implementado.
Por medio de la ley se han canalizado millones de nuevos dólares a servicios de salud mental para niños y escuelas. El viernes, los departamentos de Salud y Servicios Humanos y el de Educación enviaron una carta conjunta a los gobernadores en la que destacaron los recursos con que cuentan para apoyar la salud mental, en particular si un estudiante ha sido afectado por violencia relacionada con las armas.
“Creo que no hay duda acerca de ello, la aprobación fue un punto de inflexión”, dijo John Feinblatt, jefe de Everytown for Gun Safety, un grupo activista por el control de armas. La ley “claramente puso fin a un atasco”.
Sin embargo, a pesar de la promulgación de la ley el verano pasado, la cifra de ataques a tiros ha aumentado en Estados Unidos. En lo que va de 2023 hasta el viernes, se han registrado al menos 26 masacres a balazos en el país en las que en conjunto han muerto al menos 131 personas, sin incluir a los agresores que perecieron, según una base de datos que llevan The Associated Press y el periódico USA Today en asociación con la Universidad del Noreste.
Los números muestran que la nación registra un ritmo mayor de masacres a tiros que en cualquier otro año desde 2006, según la base de datos, que define una masacre como una balacera en la que son asesinadas cuatro o más personas en un periodo de 24 horas, sin incluir al responsable.
Las armas de fuego son el asesino número uno de menores en Estados Unidos: en lo que va del año 85 niños de menos de 11 años perecieron debido a ellas, al igual que 491 de entre 12 y 17 años. Hasta 2020, la tasa de mortalidad por armas de fuego de menores de 19 años en el país fue de 5,6 por cada 100.000. Le sigue Canadá con 0,08 muertes por cada 100.000.
Después de su discurso en West Hartford, Biden se dirigió a un evento de recaudación de fondos en Greenwich. En los próximos días y antes de fin de mes, el presidente intensificará su gira de campaña con visitas a Nueva York, California, Illinois y Maryland.