Angustiosa búsqueda víctimas tras inundaciones en California
AP
Washington Hispanic
El número de personas desaparecidas tras las devastadoras inundaciones en el norte de California ascendió a 48, informaron las autoridades el jueves, mientras equipos de rescate se abocaban a la ardua tarea de buscar sobrevivientes entre las ruinas. La cifra de muertes sigue siendo de 17.
La nueva cifra se debe a que las autoridades ahora han tenido tiempo de cotejar los reportes de personas desaparecidas, dijo la vocera del condado de Santa Bárbara, Amber Anderson.
La cifra ha oscilado desde que ocurrió el desastre el martes a la madrugada y el miércoles era de apenas 16. El súbito aumento despertó temores de que las inundaciones fueron más destructivas de lo que se pensaba.
Entretanto, cuadrillas de rescate hurgaban en medio del lodo, avanzando en la angustiosa tarea de buscar a las víctimas.
Con la ropa enlodada, rescatistas de todo el estado se abrían paso en medio del fango, punzándolo con varas con la esperanza de encontrar a sobrevivientes. Perros adiestrados merodeaban entre los escombros, husmeando dentro de lo que una vez fueron viviendas.
«Es una angustia esperar, esperar, sin saber qué vamos a encontrar. Tenemos que encontrarlos», dijo Kelly Weimer, quien estaba buscando a sus padres ancianos Jim y Alice Mitchell. La pareja desoyó las órdenes de evacuar y se quedó en la casa para celebrar el cumpleaños número 89 del marido.
Hubo gente que fue rescatada tras estar más de un día atrapada en su vivienda.
Devon Crail, residente de Santa Bárbara y de 39 años de edad, regresó a la casa de sus padres el miércoles para recoger pertenencias y medicinas que ellos no pudieron llevarse cuando evacuaron.
«Hablé con ellos como a las 4 de la mañana. Ellos habían tratado de abrir la puerta para salir y empezó a entrar el lodo. Tuvieron que cerrar la puerta y aguantarse allí hasta el amanecer y entonces pudieron salir», relató Crail.
Socorristas de distintas partes de California excavaban el lodo en Montecito, un acaudalado vecindario al noroeste de Los Ángeles donde viven numerosas celebridades como Oprah Winfrey. Sin embargo, la tarea se dificultaba debido al estorbo de fango, rocas, autos dañados, edificios en ruinas y árboles caídos. Un jefe policial dijo que la escena le recordaba a las fotos de los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial.
Tras examinar la situación con más detenimiento, las autoridades redujeron la cifra de viviendas destruidas de 100 a 59, y aumentaron la cifra de las averiadas, de 300 a 446.
En total hubo 28 personas heridas. Doce de ellas fueron hospitalizadas, cuatro en condición crítica.