Peruana celebra 100 años en Arlington
Jossmar Castillo
Washington Hispanic
No es todos los días que alguien llega a cumplir cien años. Por eso es que la familia de doña Victoria Cortez espera celebrarlos con el calor que sólo los familiares y amigos cercanos le pueden brindar.
«Ni yo misma me creo que esté cumpliendo 100 años», dijo la señora Cortez en la sala de su residencia en Falls Church, donde hace años vive con su hijo. Con un traje de colores alegres y una sonrisa que le combinaba, esta inmigrante peruana compartió con el Washington Hispanic algunos detalles- los que su mezquina memoria le permitía- sobre su vida en Washington y en el país suramericano.
Los Barrios Altos, en el Distrito de Lima la vio nacer, y el canto de la corriente del río Rimac la vio crecer. Y como lo que bien se aprende nunca se olvida, el sonar de los valses y el folclor interpretado por Pastorita Huaracina -una cantante de música tradicional- la mantienen arraigada a su natal Perú más que nunca.
Hace más de 50 años que doña Victoria se aventuró a probar suerte en tierras extrañas. Traída por su hija mayor, doña Victoria hizo su vida trabajando fuerte. Y es casualmente este, según cuenta, su secreto para vivir los años que ella ha vivido. Aunque el cambio de vida no fue sencillo, nunca se dio por vencida.
«Siempre trabajé duro», comentó acompañada de Vivian y Eduardo, dos de los cuatro hijos que tiene con vida. Y es que después de que se jubiló en la cadena de hoteles Marriot, dedicó su tiempo como voluntaria en la comunidad, y más si se trataba del Señor de los Milagros, una de las imágenes religiosas más veneradas en el Perú. Ella fungió por muchos años como vocal de la Hermandad del Señor de los Milagros.
«La religión fue un pilar importante de nuestra educación», dijo Vivian Seegar. Recordó que desde que ella era una niña, su madre siempre ha estado para guiarla y darle consejos. «Somos afortunados de contar con ella en este acontecimiento tan importante», sentenció.
Para Eduardo, el menor de los hermanos, su madre fue la mejor de las enfermeras. Él, un acérrimo fanático del fútbol, regresaba siempre a la casa con un golpe diferente después de jugar con muchachos más grandes que él, pero no importaba qué tan fuerte el golpe, doña Victoria encontraba siempre el remedio perfecto.
En 1918, cuando nació Victoria en el hogar de don Pedro León y doña Rosa Mateus, ese año también el Sport Alianza, como antes se le conocía al equipo de fútbol Alianza Lima, alcanzó su primer título de liga. Fue curiosamente también el año en que nació Fernando, su esposo de toda la vida con quien tuvo cinco hijos.
Aunque Victoria llega oficialmente a sus 100 años el 20 de marzo, la familia le está organizando una pequeña fiesta el 18 de marzo, para que los amigos y familiares puedan saludarla y pasar un rato agradable juntos.
Doña Victoria contó que además de poder ver a seres queridos reunidos, está emocionada por comer «seco», uno de los platos tradicionales peruanos favoritos.
Listos para la fiesta
Si conoce a doña Victoria desde hace años y quiere celebrar con ella, la familia y amigos lo invitan a que vaya el domingo 18 de marzo a la 4155 de la South Four Mile Run, en Arlington, a partir de la 1:00 de la tarde.