Panamá acusa a MSF de «entorpecer» la asistencia a los migrantes en la selva
El gobierno de Panamá fustigó este lunes a la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), a la que expulsó hace unas semanas después de que denunciara un aumento de las violaciones sexuales a migrantes en la selva del Darién.
«Lo que la organización Médicos Sin Fronteras ha hecho es entorpecer la función de las diferentes instituciones en Panamá», afirmó el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, citado en un comunicado del gobierno.
«El año pasado se recibieron las quejas de diferentes entidades por la falta de coordinación, manejo e incumplimiento que se venía dando por parte de Médicos Sin Fronteras», añadió.
MSF tuvo que suspender sus actividades en el país luego de que el 29 de febrero denunciara un «aumento de los ataques brutales y la violencia sexual en la selva» en la frontera entre Colombia y Panamá.
La ONG explicó entonces que en solo una semana de febrero sus equipos sanitarios atendieron a 113 migrantes que sufrieron agresiones sexuales por parte de criminales que operan en el Darién. En todo enero habían sido 120 los casos, según MSF.
Esta inhóspita selva de 266 km de longitud y 575.000 hectáreas de superficie se ha convertido en un corredor para miles de migrantes que desde Sudamérica tratan de llegar a Estados Unidos.
En puestos fronterizos y albergues del Darién hay personal de organismos internacionales y oenegés para asistir a los migrantes, y la expulsión de MSF causó preocupación en agencias como Unicef.
En 2023, un récord de más de 520.000 personas cruzaron esta peligrosa selva, según el gobierno panameño.
En lo que va de este año más de 92.000 personas cruzaron la jungla, según Migración de Panamá, servicio que también fustigó a MSF y le acusó de no entregar a las autoridades las denuncias de las «supuestas violaciones sexuales».
MSF «no puede reclamar a Panamá por no investigar, si nosotros como Estado no recibimos denuncias», dijo la subdirectora de Migración, María Isabel Saravia, citada en el mismo comunicado.
Consultada por la AFP, la oenegé se limitó a decir que «mantiene conversaciones» con el Ministerio de Salud con el fin de volver a asistir a los migrantes en la selva. «Confiamos en que ese diálogo nos permitirá retomar actividades lo antes posible», agregó.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Federación Internacional de la Cruz Roja también han denunciado el aumento de la violencia contra los migrantes a su paso por el Darién.
Casi dos terceras partes de los migrantes que cruzan el Darién son venezolanos, seguidos de ecuatorianos, haitianos, colombianos y chinos.