López Obrador da positivo a COVID-19, tiene síntomas leves

AP

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador anunció el domingo que dio positivo a COVID-19 y tiene síntomas moderados.

El mandatario, que ha sido criticado por la forma en que ha manejado la pandemia y por no poner un ejemplo de prevención en público, tuiteó que ya está recibiendo atención médica.

“Lamento informarles que estoy contagiado de COVID-19”, escribió. “Los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos”.

José Luis Alomía Zegarra, el director de epidemiología de México, dijo que López Obrador padece un caso “leve” de COVID-19 y se encuentra aislado en su hogar. El mandatario tiene un equipo de médicos que lo están cuidando.

El presidente escribió que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, será quien acuda a sus conferencias de prensa diarias, en las que generalmente él habla durante dos horas sin descanso de lunes a viernes.

El presidente, de 67 años, rara vez ha portado una mascarilla y ha seguido teniendo una ocupada agenda de viajes en vuelos comerciales.

Se ha rehusado también a cerrar la economía, haciendo énfasis en el efecto devastador que tendría en muchos mexicanos que viven al día, a pesar de que la nación ha registrado cerca de 150.000 muertes a causa del coronavirus y más de 1,7 millones de infecciones. La semana pasada, México registró sus cifras más altas hasta la fecha de infecciones y muertes en un período de 24 horas.

Al principio de la pandemia, cuando le preguntaron cómo estaba protegiendo a México, López Obrador sacó dos amuletos religiosos de su cartera y los mostró orgulloso.

“El escudo protector es la honestidad”, dijo en ese entonces el mandatario. “Detente enemigo, que el Corazón de Jesús está conmigo”, decía una frase en el amuleto.

En noviembre, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a las autoridades mexicanas a tomarse en serio el coronavirus y a poner el ejemplo para sus ciudadanos, señalando que “México está en mal estado” con la pandemia.

No nombró a López Obrador, pero puntualizó: “Nos gustaría pedirle a México que actúe con mucha seriedad».

“Lo hemos dicho en general, portar una mascarilla es importante, la higiene es importante y la distancia social es importante y esperamos que los mandatarios pongan el ejemplo» a seguir, añadió.

Al principio de la pandemia, el presidente mexicano fue criticado por seguir acercándose a las multitudes y dar abrazos. El estilo de política de López Obrador, similar a estar en campaña, siempre ha sido de contacto personal. Conforme la pandemia se agravó empezó a limitar la asistencia a sus eventos y a mantener su distancia de sus simpatizantes.

Pero el viernes, López Obrador publicó una fotografía de él, el canciller Marcelo Ebrard, una traductora y el exjefe de gabinete Alfonso Romo, todos reunidos alrededor de una mesa para una llamada telefónica con el presidente estadounidense Joe Biden. Ninguno portaba mascarillas. La Secretaría de Relaciones Exteriores no ha respondido a preguntas acerca de si Ebrard ha sido sometido a una prueba.

Pese a su edad y la hipertensión que padece, así como de haberse sometido a una cirugía tras sufrir un infarto, López Obrador dijo que no se saltaría la fila para recibir la vacuna. Pero se realizaba la prueba de coronavirus una vez a la semana.

Aún podrían faltar semanas para que le llegue su turno. Actualmente el país está enfocado en inocular a los trabajadores de salud que laboran directamente con enfermos de COVID-19.

Hasta el domingo por la noche, México había administrado cerca de 630.000 dosis de la vacuna.

El anuncio de su resultado positivo fue efectuado poco después de que surgiera la noticia de que hablará el lunes con su homólogo ruso Vladimir Putin acerca de la adquisición de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus.

El canciller Ebrard tuiteó que los dos presidentes hablarían sobre la relación bilateral y el suministro de las dosis de la vacuna.

La vacuna desarrollada por Rusia no ha sido aprobada para su uso en México, pero el gobierno mexicano está desesperado por llenar los faltantes que han dejado las demoras en el suministro de la inoculación desarrollada por Pfizer y su socio alemán BioNTech.

Además de López Obrador, otros mandatarios latinoamericanos que han dado positivo al coronavirus son el brasileño Jair Bolsonaro, el guatemalteco Alejandro Giammattei, el hondureño Juan Orlando Hernández y la ex presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez. Todos se han recuperado.