China limita consumo de papel higiénico en baños públicos
Washington Hispanic
AP
artas del robo de papel higiénico en los baños públicos, las autoridades turísticas de la capital china han comenzado a utilizar tecnología de reconocimiento facial para limitar la cantidad de ese material que una persona puede utilizar.
La inusual medida —que se inscribe en la «revolución de los retretes»— es una de las tantas de un programa para mejorar las instalaciones de uso público en China.
Los baños públicos en sitios turísticos, que destacan por sus lamentables condiciones y olores repugnantes, son parte central de la campaña en respuesta al gran aumento de viajes nacionales y a la exigencia de instalaciones de mayor calidad de parte de una población más pudiente.
«Hoy día en China, el turismo entusiasma bastante a la gente y hemos entrado a una nueva era de turismo público», declaró Zhan Dongmei, investigador de la Academia China de Turismo. «La expectativa de los usuarios respecto a los baños van en aumento».
En el sitio donde se encuentra el Templo del Cielo de 600 años de antigüedad, los administradores advirtieron la necesidad de que los baños tuvieran suficiente dotación de papel higiénico, un requisito para que la Autoridad Nacional de Turismo les conceda la máxima calificación.
Sin embargo, necesitaban una medida que impidiera a los usuarios llevarse papel para su uso personal. Por ello la incorporación de nueva tecnología para entregar sólo 60 centímetros (dos pies) de papel cada nueve minutos después de un escaneo facial.
«Las personas se llevan papel principalmente porque les preocupa que no haya más disponible si utilizan el baño otra vez. Pero si podemos surtirlo en todos los retretes, la mayoría de la gente ya no se lo llevará», explicó Zhan.
La mejora emprendida hace dos años prevé la construcción de al menos 34.000 baños públicos en Beijing y la renovación de 23.000 para finales de año.
Las autoridades también han alentado la instalación de inodoros tipo occidental en que la persona puede sentarse en lugar de los retretes más usuales en los que el usuario debe ponerse en cuclillas.
Unos 25.000 millones de yuanes (3.600 millones de dólares) han sido invertidos en el programa, según la Administración Nacional de Turismo.