Francisco Rigores siempre vivirá

Nelly Carrión
Washington Hispanic

El domingo 19 de Enero 2020 se celebrará la vida del destacado músico cubano Francisco Rigores, quien fue llamado por el Señor el ——–. Amigos, músicos, autoridades y seguidores recordarán al maestro. El evento es auspiciado por la Oficina de la Alcaldesa para Asuntos Latinos y DC Afro, y tendrá lugar en el Teatro Gala en Washington DC.

Quien no sepa quién es Francisco Rigores no vive en DC. Es un músico cubano que llegó al barrio por los años ‘80 y como reza el dicho llegó para quedarse e inyectar con su sabor y ritmo cubano todo el área metropolitana de Washington DC.

Desde su arribo, que fue durante el llamado “Marielito”, se dedicó con una mezzcla de gratitud y nostalgia a esparcir su ritmo y la tradición cultural de su amada Cuba; esa fue para él la forma de sentirse conectado con su Isla.

Formó y fundó el grupo musical “Los invasores del 80”, nombre que le puso en alusión a los que llegaron con él. Poseedor de gran carisma y mucho conocimiento cultural rápidamente se ganó el afecto y el cariño de los vecinos del Barrio. Es así como resultaba muy frecuente verlo tocar y cantar el folklore de su país. Junto a sus compañeros músicos cubanos cambiaron el ritmo de nuestra comunidad a partir de 1980.

Tuvo la oportunidad por su talento de alternar con músicos de la talla de Paquito Rivera, Los Muñequitos de Matanza y Tito Puente, entre otros, pero fue con su Grupo “Los invasores del 80” que logró acariciar la fama. Rigores impuso igualmente su estilo cubano al vestir casi siempre de blanco y con su clásico sombrerito.

Dotado del don de la palabra, mi querido amigo Francisco Rigores encandilaba cual canto de sirena a quienes lo escuchaban, ya que para él resultaba fácil ser tan coloquial e inspirarse y como lo hacen los “Soneros” te lanzaba un verso , ¡Ay Dios! Y su gran remate era casi siempre ¡Te amo!, en el sentido más puro de la palabra. Por mi parte, atesoro los versos que escribió para mí.

Los que pernoctan por el Barrio, la calle 18 y en la Havana Village sienten el espíritu de Rigores, que ahora con su vestimenta blanca rompe el silencio de la noche con su rumba y sigue tocando junto a otros músicos que moran a la diestra del Señor.