Jugadores de voleibol de Brasil toman COVID-19 muy en serio

AP
Washington Hispanic:

 El voleibolista brasileño Lucas Saatkamp tomó la decisión de portar mascarilla en los Juegos Olímpicos de Tokio, no para enviar un mensaje, sino para proteger a su familia.

Con un hijo de cinco años que necesita de un inhalador por problemas respiratorios esperándolo en Brasil, lo último que el jugador conocido como Lucão quiere es poner en riesgo a su hijo, a su esposa y a su hija recién nacida.

«No quiero ser el ejemplo por utilizar la mascarilla», dijo el martes a través de un intérprete. «Mi único objetivo es protegerme y proteger a mi familia. No ser un ejemplo».

Lucão dijo que enfermó de COVID-19 en enero, sufriendo de fiebre y dolor de cabeza, pero sin otros síntomas graves. A pesar de tener algo de protección al haber padecido de la enfermedad y vacunarse antes de viajar a los Juegos Olímpicos, de cualquier forma decidió utilizar mascarilla.

Lucão dijo que no ha escuchado ni elogios ni críticas sobre su decisión porque no le dedica mucho tiempo a leer artículos o en redes sociales.

Asegura que la mascarilla en realidad no afecta su desempeño en la cancha, donde ha ayudad a Brasil a alcanzar las semifinales en su tercera aparición olímpica, después de colgarse la plata en 2012 y el oro hace cinco años en Río de Janeiro.

«Por mi está bien, porque el voleibol es distinto a otros deportes», comentó. «Hay más pausas para tomarse un respiro, a diferencia del atletismo o el fútbol. No me es incómodo».

Lucão no es el único astro del voleibol brasileño que juega con mascarilla. Su compañero Mauricio Borges, quien ha visto acción como suplente en Tokio, también compite con cubrebocas, al igual que lo hacía la colocadora Macris Carneiro antes de lesionarse el tobillo en un triunfo sobre Japón.

A pesar de que sus compañeros que no utilizan mascarilla admiran lo que hacen Lucão y otros jugadores, aún no siguen su ejemplo.

«Para mí es un tanto difícil», declaró el capitán Bruno Rezende. «Intento motivar mucho y hablar mucho con mis compañeros y con la mascarilla no es fácil hacer eso. Me es imposible usarla. Lo respeto mucho. Ellos tienen sus motivos».

Lucão dijo que el problema con el COVID-19 en su país es grave, al tener la segunda mayor cantidad de decesos a causa de la enfermedad a nivel mundial, con más de 556.000 fallecimientos.

Es por ello que usar una mascarilla parece un pequeño precio que pagar.

«No me impide hacer lo que quiero hacer», aseguró. «Llevo una vida normal».

Lucão y Brasil derrotaron a Japón en sets corridos el martes para avanzar a las semifinales ante el equipo del Comité Olímpico de Rusia, que venció a Canadá.

La otra semifinal será entre Argentina y Francia. Los argentinos se impusieron a Italia en cinco sets y Francia también se fue al límite para eliminar a Polonia.