Biden y Trump se alistan para la ansiada revancha

El tradicional discurso del estado de la Unión ante el Congreso, que pronunció el jueves 7 el presidente Joe Biden, fue la gran oportunidad de captar las simpatías de millones de telespectadores y mostrar su trabajo, defender las obras realizadas hasta el momento y “trazar el camino a seguir», según dijo en un mensaje previo a través de la red social X.

«Me han elegido para hacer el trabajo, construir una economía que funcione para los trabajadores y mejorar la vida de las familias», añadió.

El discurso lo dirigió Biden la noche del jueves 7, dos días después del llamado “Supermartes”, las primarias de los dos partidos cuyos resultados definieron extraoficialmente a los dos candidatos que serán nominados para las elecciones presidenciales del próximo martes 5 de noviembre. 

Su rival, el republicano Donald Trump, no tuvo el escenario solemne del Capitolio ni la atención de millones de espectadores el jueves, pero la víspera anticipó que «corregirá» el discurso en directo.

Y entrando de lleno en campaña, Trump llamó el miércoles a debatir «en cualquier lugar y en cualquier momento» con el presidente demócrata que lo derroto en las presidenciales de 2020. 

El millonario quiere centrarse en una revancha con Biden antes de tener que enfocarse en sus problemas legales.

Su primer juicio penal comienza el 25 de marzo en Nueva York.

Normalmente, los debates entre el candidato demócrata y el republicano para las presidenciales se celebran en el otoño. 

Pero estas elecciones no tienen nada de común y corriente.

Biden tiene 81 años y un nivel de popularidad que él trata de subir.

Su contrincante y predecesor Trump, de 77 años, arrastra cuatro inculpaciones penales además de poner en duda su derrota en 2020.

Las encuestas muestran que los estadounidenses preferirían otro duelo, pero hace meses ya intuían lo que les deparaba el destino: un nuevo enfrentamiento entre Joe Biden y Donald Trump.

Ambos ganaron por goleada durante el «supermartes», una jornada en la que 15 estados celebran primarias a la vez. Esto les garantiza prácticamente la nominación en las convenciones republicana y demócrata.

 

Normalidad y locura

El republicano se presenta como un hombre providencial ante la «decadencia» de Estados Unidos. En sus mítines trata a sus adversarios de «alimañas», multiplica las declaraciones incendiarias sobre la OTAN y se libra a una retórica antinmigración violenta.

El presidente quiere convencer de que él es el baluarte de la democracia estadounidense y el garante de la prosperidad económica. 

El discurso sobre el estado de la Unión rara vez tiene repercusiones, pero en esta ocasión «puede ser un punto de inflexión» para Biden, estima la politóloga Wendy Schiller. 

«Vivimos tiempos anormales, pero los estadounidenses siguen siendo personas normales. Entre la normalidad y la locura, elegirán la normalidad», afirma el asesor presidencial Bruce Reed en el periódico New Yorker. Esa es la apuesta de Biden.

En su discurso el presidente recordó su voluntad de aumentar los impuestos a las multinacionales y a los millonarios, a la vez que evocó su apoyo a la clase media, con la rebaja de los precios de los medicamentos o la eliminación de algunas deudas estudiantiles.

 

(RECUADRO)

NIKKI HALEY ABANDONA

 

  • Nikki Haley era el último obstáculo de Donald Trump para la nominación presidencial republicana hasta que el miércoles 6 depuso las armas debido a sus derrotas estrepitosas en las primarias.
  • Lo hizo al día siguiente de que el expresidente (2017-2021) ganara por goleada en el llamado «supermartes», derrotándola en 14 de los 15 estados que votaron simultáneamente.
  • En Carolina del Sur, estado que fue gobernadora, la aspirante republicana anunció el fin de su campaña y dijo que espera que Trump se centre a partir de ahora en «ganarse los votos» de quienes no lo apoyaron. 
  • A sus 52 años, cansada de las salidas de tono de Trump, se la jugó apostando por el relevo generacional frente a su rival, de 77 años, y el presidente demócrata Joe Biden, de 81. 
  • Nikki Haley prometió restablecer algo de «normalidad» tras el «caos de Trump», quien se enfrenta a varios juicios.