Plan de la EPA para reducir las emisiones de automóviles se topa con escepticismo
El plan más ambicioso del gobierno de Estados Unidos a la fecha para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por los vehículos de pasajeros se ha topado con escepticismo, tanto con respecto a qué tan realista es como a si va lo suficientemente lejos.
En abril, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) anunció nuevos y estrictos límites de emisiones que asegura son vitales para reducir el cambio climático, en un momento en que la gente en diversas partes del mundo soporta altas temperaturas a niveles récord, incendios forestales y tormentas intensas.
De acuerdo con la EPA, la industria podría cumplir con los límites si el 67% de las ventas de vehículos nuevos son de motores eléctricos para 2032, un ritmo que la industria automovilística tacha de poco realista. Sin embargo, la nueva regla no requeriría que los fabricantes de automóviles incrementen las ventas de vehículos eléctricos de forma directa. En cambio, establece límites a las emisiones y permite que las automotrices elijan cómo cumplirlos.
Incluso si la industria impulsa las ventas de vehículos eléctricos al nivel que recomienda la EPA, cualquier reducción de la contaminación podría ser más modesta de lo que prevé la agencia. The Associated Press ha estimado que casi el 80% de los vehículos que se conducen en Estados Unidos —más de 200 millones— todavía funcionarían con gasolina o diésel.
GRUPOS AMBIENTALISTAS DICEN QUE ES INSUFICIENTE
Dan Becker, director de la campaña de transporte para un clima seguro del Centro para la Diversidad Biológica, se refirió a las crecientes temperaturas y el humo de los incendios forestales canadienses que contaminó el aire de partes de Estados Unidos este verano, y manifestó: “Necesitamos hacer muchísimo más”.
Quiere que la EPA recorte las emisiones aún más.
Los niveles de dióxido de carbono y metano en la atmósfera siguen aumentando. La Tierra está a sólo un par de décimos de grado del objetivo establecido en el Acuerdo de París de 2015 sobre cambio climático, de limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius (2,7 grados Farenheit) desde épocas preindustriales.
Si bien un panel de científicos de las Naciones Unidas dijo en marzo que todavía hay tiempo para prevenir los peores daños por el cambio climático, los científicos indicaron que el mundo necesitaría reducir, rápidamente, casi dos tercios de las emisiones de carbono para el año 2035 con el fin de evitar un clima aún más extremo.
Peter Slowik, investigador sénior de vehículos eléctricos para el organismo sin fines de lucro Consejo Internacional de Transporte Limpio, ha calculado que, para reducir las emisiones lo suficiente con el fin de cumplir los objetivos del Acuerdo de París, la proporción de vehículos nuevos eléctricos e híbridos que se conectan a la red eléctrica vendidos tendría que llegar a 67% para 2030. La EPA ha proyectado 60% para entonces.
“La propuesta de la EPA es realmente un gran comienzo que nos pone en un camino compatible con París”, afirmó Slowik, cuyo grupo brinda investigación y análisis para reguladores ambientales. “Pero no, no es suficiente para cumplir con el Acuerdo de París”.
El consejo ha calculado que la contaminación por dióxido de carbono de los vehículos de pasajeros tendría que disminuir a 57 gramos por cada 1,6 kilómetros (una milla) para 2030 con el fin de cumplir los objetivos de París. La regulación preferida de la EPA recortaría esas emisiones a 102 gramos por 1,6 kilómetros (una milla) para 2030 y a 82 para 2032.
Además, Slowik advirtió que las emisiones de carbono de los vehículos nuevos de gasolina tendrían que disminuir 3,5% cada año entre 2027 y 2032. La regulación que la EPA prefiere no establece reducciones para los vehículos que operan con gasolina. Pero los estándares de economía de combustible que recién propuso la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras podrían hacerlo.
¿QUÉ OPINA LA EPA?
La EPA sostiene que su propuesta reduciría la contaminación significativamente. Estima que las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de pasajeros disminuirían 47% para 2055, cuando la agencia prevé que hayan desaparecido la mayoría de los vehículos de gasolina.
Al ser la mayor fuente de contaminación en Estados Unidos, el transporte genera cerca de 29% de las emisiones de gases de efecto invernadero que retienen el calor en la atmósfera, de acuerdo con la EPA. Los vehículos de pasajeros son, por mucho, los peores contaminantes del transporte, pues emiten el 58% de la contaminación de gases de efecto invernadero de ese sector.
La EPA también propone reducciones importantes de otras fuentes, incluidos los camiones de carga, las plantas de energía eléctrica y la industria del petróleo y el gas.
Valiéndose de proyecciones de ventas de la EPA y de analistas de la industria desde 2022 hasta el 2032, la AP calculó que probablemente los estadounidenses adquirirán unos 60 millones de vehículos eléctricos. Con 284 millones de vehículos de pasajeros en los caminos de Estados Unidos hoy en día, a ese ritmo sólo aproximadamente el 22% de ellos serán eléctricos en nueve años. Ya hay dos millones en uso, y en la actualidad los vehículos se mantienen activos un promedio de 12,5 años.
Dave Cooke, analista sénior de vehículos para la Unión de Científicos Conscientes —un grupo sin fines de lucro_, dijo que, incluso si el cambio de vehículos es lento, estudios muestran que la propuesta de la EPA sería un paso importante hacia un sistema de transportación de cero emisiones de carbono para 2050. Además, las centrales eléctricas que alimentan a los vehículos eléctricos, señaló, serán convertidas a energías renovables, como la eólica y la solar.
“Sabemos que los vehículos eléctricos brindan un beneficio compuesto a medida que reducimos de forma drástica las emisiones de la red eléctrica”, dijo Cooke.
Su grupo se encuentra entre aquellos que presionan a la EPA para que emita estándares más severos que los que busca actualmente.
La EPA contemplará estos comentarios antes de adoptar una regulación final en marzo de 2024.
LA INDUSTRIA AUTOMOVILÍSTICA DICE QUE NO PUEDE CUMPLIR CON LOS LÍMITES
La Alianza para la Innovación Automotriz, grupo del sector que representa a empresas como General Motors, Ford y Toyota que fabrican la mayoría de los vehículos nuevos que se venden en Estados Unidos, argumenta que los estándares de la EPA no son “ni razonables ni alcanzables en el tiempo propuesto”.
La alianza asegura que la agencia está subestimando el costo y la dificultad de fabricar baterías para autos eléctricos, incluyendo la poca disponibilidad de minerales cruciales que también se utilizan en laptops, celulares y otros artículos. Otro obstáculo son los considerables faltantes de estaciones de recarga en la red para trayectos de larga distancia y para la gente que vive en apartamentos.
Aunque los fabricantes de automóviles siguen reduciendo los motores y produciendo transmisiones más eficientes, la alianza dice que necesitan usar sus recursos limitados más en la producción de vehículos eléctricos y no en desarrollar tecnología más eficiente para motores de gasolina.
¿LOS VEHÍCULOS ELÉCTRICOS REALMENTE SON MÁS LIMPIOS?
Estudios que realizó el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) muestran que el cambiar a vehículos eléctricos proporciona una reducción del 30% al 50% en las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a los vehículos de combustión interna, dependiendo de cómo se suministre la electricidad.
Jessika Trancik, profesora de sistemas energéticos en el MIT, asegura que los vehículos eléctricos son más limpios en el curso de su vida útil, incluso si se tiene en cuenta la contaminación que ocasiona la extracción de los metales necesarios para las baterías. La universidad tiene una página web que enlista las emisiones por vehículo.
Trancik cree que, una vez que se aceleren las ventas de los vehículos eléctricos, más gente los querrá, y los porcentajes de hecho podrían exceder las predicciones de la EPA. Hizo notar que las ventas de vehículos eléctricos están creciendo mucho más rápido en otros países.
“Con frecuencia se ve el crecimiento exponencial”, concluyó.