Gobernadores afectados por tiroteos buscan soluciones
Dos semanas después de que una de los amigas más cercanas de su esposa fuera asesinada en una masacre escolar en Nashville, el gobernador Bill Lee hizo un llamado el martes a la Asamblea General de Tennessee para que apruebe una iniciativa que mantendría las armas de fuego lejos de las manos de aquellos que podrían lastimar a otras personas o a sí mismos.
El republicano Lee es el más reciente funcionario de alto nivel de Estados Unidos en sufrir una pérdida personal en un tiroteo, e intenta equilibrar cuidadosamente cómo usar sus facultades para ayudar a evitar futuras tragedias mediante la política.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, confirmó que él también perdió a uno de sus mejores amigos cuando un hombre armado asesinó a cinco personas e hirió a otras ocho el lunes en un banco del centro de Louisville.
Lee dijo el martes a los reporteros que habló con el demócrata Beshear después del tiroteo del lunes, que cobró la vida de Tommy Elliott, un viejo amigo de Beshear. Otras cuatro personas también fueron asesinadas.
El 27 de marzo, Cynthia Peak, una maestra sustituta de 61 años y amiga de la esposa de Lee, Maria, fue asesinada junto con otros dos adultos y tres niños en una escuela primaria cristiana de Nashville.
El llamado de Lee a que se promulgue una ley que evite que las personas que puedan significar un peligro para ellas mismas o para los demás puedan adquirir armas de fuego llega en un momento en que los republicanos gozan de una supermayoría en los congresos de Kentucky y de Tennessee, en los que los legisladores de ese partido se han opuesto desde hace tiempo a limitar el acceso a las armas de fuego.
Ninguno de los dos estados ha implementado una ley de este tipo, conocidas como leyes de “señal de alerta”.
A la fecha, 19 estados cuentan con este tipo de leyes, muchos de los cuales las promulgaron después de tragedias. Florida lo hizo en 2018 luego de la masacre en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland, en donde 17 alumnos fueron asesinados. Funcionarios policiales habían recibido varias quejas sobre las declaraciones amenazantes del perpetrador, un joven de 19 años.
Al permitir que los tribunales emitan lo que se conocen como órdenes de protección ante riesgo extremo, el objetivo de las leyes es retirar temporalmente las armas de fuego —por lo general hasta por un año— a aquellas personas que han presentado indicios de comportamiento potencialmente violento. En muchos de los casos, los familiares o autoridades policiales deben solicitar una orden de los tribunales.
Craig Greenberg, alcalde de Louisville, es uno de los que están pidiéndole a los legisladores que actúen para regular las armas de fuego, advirtiéndoles que cualquier persona puede ser víctima de actos de violencia con estas armas.
“Esto no es acerca de política partidista. Esto es acerca de la vida y la muerte. Esto es acerca de prevenir tragedias. Ustedes pueden pensar que esto nunca les pasará a ustedes. Nunca le pasará a ninguno de sus amigos ni seres queridos. Yo solía pensar eso”, declaró Greenberg. “La triste verdad es que ahora, nadie en nuestra ciudad, nadie en nuestro estado, nadie en nuestro país tiene ese lujo ya”.