Se disparan precios de viviendas

El sueño de la casa propia se aleja para muchas familias, al menos en esta época de pandemia. Las últimas estadísticas de junio establecen que los precios de las viviendas en el área metropolitana de Washington, al igual que en el resto del país, alcanzaron un alza récord.

La razón está en que, tal como ha venido sucediendo en el último año, los compradores compitieron por una oferta limitada de casas y apartamentos disponibles, la evidencia más reciente de que el mercado de la vivienda sigue al rojo vivo.

Ese fenómeno se observa especialmente en las áreas más cotizadas del Norte de Virginia y en las ciudades más populosas de Maryland, incluso aquellas más alejadas que por lo general tenían precios más al alcance del presupuesto familiar.

De acuerdo al índice de precios de viviendas de 20 ciudades de S&P CoreLogic Case-Shiller difundido el lunes, éste se disparó un 19,1 por ciento en junio en comparación con el año anterior, el mayor aumento alcanzado en los registros, que se remontan al año 2000.

Las ganancias anuales de los precios en junio fueron más altas en las 20 ciudades analizadas que en mayo. Los precios están ahora en máximos históricos en 19 de las 20 ciudades, con la excepción de Chicago.

“Los últimos meses han sido extraordinarios no sólo en cuanto a ganancias de precios, sino en la uniformidad de las ganancias en todo el país”, comentó Craig Lazzara, director gerente de estrategia de inversión en índices de S&P DJI.

Hay indicios de que los precios altos están enfriando un poco las ventas. Las ventas de viviendas usadas aumentaron apenas un 1,5 por ciento en julio con respecto al año anterior, según un informe separado publicado la semana pasada. Ese es un ritmo mucho más lento que el del mes previo.

El número de contratos firmados para la compra de viviendas, un indicador importante de las ventas finales, ha caído durante dos meses consecutivos.

En junio, los precios subieron más en Phoenix, Arizona (donde se dispararon un 29,3 por ciento en comparación con el año anterior), seguidos de San Diego (27,1%) y Seattle (25%).

La pandemia de COVID-19 hizo que muchos estadounidenses trabajaran desde casa, lo que los ha llevado a buscar viviendas en áreas suburbanas que brinden más espacio y no estén tan congestionadas como los apartamentos en las grandes ciudades.

Sin embargo, muchos propietarios se han mostrado reacios a vender durante la pandemia, y la construcción de viviendas nuevas se ha hundido en medio de una escasez de materiales, tierra y mano de obra, otro factor para el alza de precios.