La Culebrilla una amenaza al cerebro y el corazón

Un brote de culebrilla suele ser muy doloroso, como indica un estudio reciente hecho en Gran Bretaña, y también puede ser francamente mortal. Duplica el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular con la probabilidad de que eso permanezca un 50 por ciento más alto durante tres meses. Asimismo, casi duplica el riesgo de infarto en la semana siguiente a la aparición de las primeras ampollas en la piel. ¿Cómo es posible que la culebrilla tenga estos efectos tan devastadores?

Resulta que un brote de culebrilla aumenta el grado de inflamación en todo el cuerpo y dentro de las arterias esto puede ocasionar el desarrollo de coágulos sanguíneos que limitan o impiden el flujo de la sangre al corazón o al cerebro. La culebrilla, que además de dolorosa nos causa mucho estrés, puede hacer que nuestra tensión arterial aumente. También puede causar daños en los vasos sanguíneos del cerebro como protuberancias o grietas.

Si tuviste varicela en el pasado, el virus del herpes zóster puede manifestarse nuevamente en el futuro. 

Este virus se oculta en los nervios ubicados en la base de la columna vertebral para volver a surgir décadas después en forma de erupción. 

Suele afectar los costados del abdomen, los hombros, la espalda y un costado de la cabeza. Uno de cada tres adultos, la mitad de las personas de 60 años o más, experimentará un brote de culebrilla. 

Hasta hace poco, la mayor preocupación era el dolor que esto causa en alrededor del 40 por ciento de quienes tienen culebrilla, un dolor que puede durar semanas, meses e incluso años

Estos son los pasos que puedes dar para mejorar la protección:

Debes saber cuándo vacunarte contra la culebrilla. La mayor parte de los seguros de salud cubren el costo de esta vacuna para personas de 60 años y mayores. 

La vacuna reduce en un 48 por ciento el riesgo de desarrollar la dolorosa erupción cutánea. Y si ocurre un brote, disminuye en el 59 por ciento la posibilidad de que experimentes los dolores nerviosos posteriores a la erupción, lo que se conoce como neuralgia post-herpética. 

La protección contra la varicela aumenta un 70 por ciento si te vacunas entre los 50 y 59 años, algo que debes conversar con tu médico en especial si ya experimentaste un brote de culebrilla.

El efecto de la vacuna disminuye en unos cinco años. Entonces debes conversar con tu médico para que te indique el próximo paso a seguir. En el futuro, una vacuna de fortalecimiento puede ser beneficiosa para revitalizar la protección.

¿Nuca tuviste varicela? Vacúnate. Si nunca tuviste esta enfermedad que generalmente afecta durante la niñez y nunca te has vacunado, coméntaselo a tu médico. A cualquier edad, la vacuna contra la varicela protege contra el virus zóster que es su agente causante.

Aliméntate bien para favorecer a tu sistema inmunitario. Es más probable que haya un brote de culebrilla cuando tu sistema inmunitario no está fuerte. 

Un estudio de la Escuela de Sanidad y Medicina Tropical de Londres, en Gran Bretaña, indica que las personas que consumen cinco porciones de vegetales todos los días tienen un 70 por ciento menos de probabilidad de sufrir un brote de culebrilla que los que sólo ingieren una ración al día. Tres porciones diarias de frutas reducen el riesgo en un 50 por ciento.

No te limites al uso de multivitaminas, aunque estas disminuyen considerablemente el riesgo de cáncer. 

Come productos frescos. Según los hallazgos del estudio, ningún nutriente específico parece proteger contra un brote de culebrilla. Investigadores sospechan que es la gran variedad de vitaminas, minerales y fitonutrientes lo que protege de un brote de culebrilla, sobre todo para las personas mayores de 60 años.

Es importante mantener una dieta sana por muchas razones, pero esto solamente no puede sustituir la protección que te brinda la vacuna contra la culebrilla.

Aprende a relajarte profundamente. El tai chi es un ejercicio estupendo para eso, ya que involucra una serie de movimientos que fortalecen al cuerpo mientras relajan la mente y el sistema nervioso.

Un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles, en el que participaron 112 adultos de 59 a 82 años, este tipo de ejercicio fortaleció notablemente la inmunidad contra la culebrilla. No es un sustituto para la vacuna, pero puede contribuir a la protección. Otros adultos que se vacunaron contra la culebrilla y practicaron tai chi tres veces a la semana por cuatro meses presentaron un 40 por ciento más de anticuerpos, comparados con los que sólo se vacunaron.

El Dr. Mehmet Oz es anfitrión de The Dr. Oz Show y el Dr. Mike Roizen es jefe de Bienestar y presidente del Instituto de Bienestar de la Clínica Cleveland.