La Crisis de Liderazgo En La Escuela Carlos Rosario

Por Roland Emerson Roebuck

Leí con gran asombro la reciente edición del 20 de julio del periódico City Paper, un candente artículo escrito por la periodista Rachel Cohen, en el cual desborda la gran crisis de liderazgo que confronta la valiosa institución académica Carlos Rosario, la cual ha beneficiado a miles de estudiantes migrantes, que han cursado estudios en esa escuela. El artículo revela cómo la Directora Ejecutiva Allison Kokkoros, ha creado un ambiente sumamente ineficiente y ha forzado a decenas de empleados a renunciar a sus posiciones: más de 14 se marcharon hacia otros rumbos profesionales en el 2021. Los estudiantes también se han unido a esta ola de quejas, y han manifestado abiertamente sus numerosas preocupaciones con la incompetente dirección de la escuela, bajo las riendas de Kokkoros.

 

Dentro del largo listado de quejas nombradas por Rachel Cohen, encontramos: cultura opresiva, la misión peligra, discriminación, exclusión, represalias, hostigamiento, favoritismo, crear y sostener un ambiente de trabajo hostil y tóxico, propulsar una cultura de miedo y racismo en contra de estudiantes minoritarios, y muchas más. Estudiantes trans-género también han expresado inquietudes referentes a sus necesidades especiales, las cuales hasta el presente no se han resuelto. Más de 30 quejas se han presentado en contra de Kokkoros por diferentes empleados.

 

Kokkoros es uno de los Administradores dentro del sistema académico en DC con el más alto nivel de salario. De acuerdo con otro reportaje anterior del City Paper, escrito por Rachel Cohen, entre el 2015 y 2016 Kokkoros recibió un incremento de salario anual desde $248.000 a $307.000. En el 2017 recibe otro incremento de un 76 por ciento que eleva su presente salario a $541.000.

 

El enigma ante muchos de nosotros es ésta, cómo una Administradora tan ineficiente, de acuerdo a las numerosas quejas expresadas y documentadas, puede ser compensada, con continuos incrementos de altísimos niveles de salario, por parte de la Junta de Directores encabezada por Patricia Sosa.  Cómo se les ocurre sostener este vergonzoso nivel de incompetencia administrativa, sin reflexionar sobre el impacto devastador que ha tenido Kokkoros sobre la escuela Carlos Rosario. La Junta declara que en 45 días presentará los resultados de su investigación respecto a las quejas y hará una presentación pública sobre el asunto. Hay también quejas sobre la Junta, ya que ésta mantiene una actitud de alta tolerancia hacia Kokkoros, violando en parte sus funciones oficiales.

 

Se nota también un escalofriante silencio de parte de nuestros Líderes de la Comunidad Latina, los cuales no se han preocupado en intentar remediar esta caótica situación, ni tampoco indagar sobre estas insólitas manifestaciones de abuso administrativo. En cambio, a esta lucha pro defensa de los estudiantes y empleados se une el líder afrolatino Manuel Méndez, director del Afro Latino Caucus, ya que muchos de los perjudicados por esta abusiva situación, son estudiantes minoritarios y originarios del Continente Africano.

 

Como líder de la comunidad Latina manifiesto sin reservas que la Junta de Directores de la Escuela Carlos Rosario debe tomar decisiones concretas y determinar con valor si la presencia de Kokkoros es vital para el futuro de esta importante institución. Favoritismo y amistad no pueden ser elementos que cieguen a estos miembros de la Junta. Hay que pensar el futuro de los estudiantes y mantener en alto el importante nombre de esta institución amada por nuestra comunidad. Hay que recuperar su legado de excelencia, y si hay que poner fin a la presencia de Kokkoros allí, que se haga pronto.

 

(Roland Emerson Roebuck, Activista Afro Latino y Lider de la Comunidad Latina)