DC: Impuesto a las sodas está listo para aprobarse

Víctor Caycho/ Washington Hispanic

Mientras aumenta la temperatura ambiental y por lo tanto crece la mayor necesidad de consumir refrescos, una legislación que aumenta el impuesto a las bebidas azucaradas –sodas, refrescos energéticos y deportivos- está a punto de ser aprobada por los miembros del Concejo de Washington DC.

La concejal Mary Cheh, quien promueve el proyecto de Ley de Equidad Nutricional, dijo a la prensa que el impuesto especial de 0,015 céntimos por onza a las bebidas azucaradas irá directamente al producto y que el comprador obviamente lo encontrará más caro, unos dos dólares más cuando se trate de un paquete de 12 refrescos.

Otros cinco miembros del Concejo del Distrito de Columbia patrocinan la propuesta. Sólo necesitaría que un concejal más vote a favor para que el proyecto sea finalmente aprobado.

Cheh defendió su proyecto argumentando que si entra en vigor disuadirá a los residentes del Distrito de comprar bebidas azucaradas y hará que haya “opciones más saludables”, especialmente en los barrios de bajos ingresos del noreste y sureste de DC. En dichas áreas, dijo, se diagnostican altos índices de obesidad y diabetes que vienen causando estragos entre la población.

Cheh reiteró que el proyecto de ley tiene como objetivo cambiar los hábitos de los niños. “Tenemos un grave problema, sobre todo con los niños con sobrepeso u obesidad, y la comunidad médica dice que si ese es el caso, es probable que sigan teniendo sobrepeso en la edad adulta y eso conlleva todo tipo de problemas médicos”, explicó la concejal.

Añadió que el Centro de Control de Enfermedades (CDC) ha recomendado establecer una sola política para abordar la obesidad en los niños en particular, como un impuesto sobre las bebidas azucaradas, “porque hay una correlación directa entre la cantidad de refrescos que beben los niños y todo este tema del aumento de peso».

Hace dos años, una legislación similar fue derrotada ajustadamente en el concejo de Washington. Los opositores a la medida dijeron en esa oportunidad –antes de la pandemia-, que el impuesto perjudicaría a las tiendas de comestibles locales al alentar a los compradores a abandonar DC y comprar en negocios de Maryland o Virginia.

Medidas similares se aplican en las ciudades de Filadelfia (Pensilvania) y Berkeley (California), que causaron la reducción del consumo de bebidas azucaradas.