Consideran alojar a menores migrantes en bases militares
AP
Washington Hispanic
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) está considerando la posibilidad de alojar en bases militares a los menores pillados cuando ingresaban ilegalmente solos al país o que fueron separados de sus padres por el gobierno.
Dos funcionarios describieron la propuesta a The Associated Press y uno de ellos señaló que el departamento contemplaría cuatro bases en Texas y Arkansas. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque el plan no se hizo público ni es definitivo.
El HHS, que supervisa unos 100 albergues en 14 estados para menores detenidos en la frontera, evalúa de forma rutinaria nuevas instalaciones para ofrecer alojamiento temporal, explicó en un comunicado sin ofrecer más detalles sobre planes concretos.
El departamento asume la custodia de los menores que cruzan solos la frontera en un plazo de 48 horas, así como de los que son separados de sus familias cuando los progenitores son acusados de delitos o cuando existen dudas sobre el bienestar del niño.
Durante una oleada de ingresos ilegales de menores centroamericanos en 2014, el HHS empleó bases militares en California, Oklahoma y Texas para alojarlos de forma temporal.
El Departamento de Seguridad Nacional tiene un espacio limitado para albergar a familias enteras, apenas unas 2.700 camas en tres centros de detención en Texas y Pennsylvania. Solo en abril, los migrantes que entraron al país como familia representaron casi 10.000 de las detenciones efectuadas por las autoridades fronterizas. Además hubo 4.300 menores no acompañados.
Casi uno de cada cuatro arrestos hechos por la Patrulla de Fronteras en la frontera con México entre octubre y abril fue de alguien que venía en familia. Esto implica que cualquier aumento significativo en los procesos judiciales hará seguramente que los padres sean separados de sus hijos mientras enfrentan cargos y están presos.
La secretaria de Seguridad Nacional Kristjen Nielsen justificó la práctica del gobierno de Donald Trump de separar a los niños de sus padres cuando la familia es procesada por ingresar ilegalmente al país, diciéndole el martes a una comisión senatorial que “todos los días” se separa a los hijos de padres que enfrentan procesos penales en Estados Unidos.
Nielsen, quien dirige el departamento desde diciembre, fue cuestionada por senadores demócratas días después de que el secretario de Justicia Jeff Sessions dijera que una política de “tolerancia cero” hacia las personas que ingresan ilegalmente al país podría hacer que más familias sean separadas mientras los padres enfrentan procesos judiciales.
En un fuerte cruce con la senadora Kamala Harris, Nielsen dijo que su departamento no separa a padres e hijos para desalentar la inmigración ilegal. Sostuvo que, simplemente, si una persona cruza la frontera ilegalmente, “enfrentará un proceso judicial. Violó las leyes de Estados Unidos”.
Cuando Harris le preguntó qué significa eso para un niño de cuatro años cuya familia es acusada de haber ingresado ilegalmente al país, Nielsen insistió: “Procesaremos a los padres que violaron las leyes, como hacemos todos los días en Estados Unidos”.
Los menores quedan bajo la custodia de los Servicios Humanos y de Salud en un plazo de 48 horas, señaló. Y acto seguido el departamento busca gente con la que se puedan quedar mientras sus padres permanecen bajo custodia, agregó.
“Estarán separados de sus padres”, expresó Harris. “Igual que hacemos en Estados Unidos todos los días”.
Nielsen aceptó las críticas de la senadora demócrata Claire McCaskill, quien dijo que el gobierno podría hacer mucho más por supervisar a los menores que entrega a algún familiar para asegurarse de que están a salvo.
“Estoy totalmente de acuerdo con usted”, dijo Nielsen.
Destacó, no obstante, que hay lineamientos que buscan asegurarse de que los menores no quedan en manos de personas que han cometido delitos.
“Es nuestro deber protegerlos, colocarlos en un medio seguro”, manifestó Nielsen.
La semana pasada Trump criticó a Nielsen en una reunión de gabinete por no hacer lo suficiente para contener los ingresos ilegales y no aceptó su explicación de que su departamento enfrenta restricciones legales sobre lo que puede hacer, según personas al tanto de lo sucedido.
La dependencia negó una versión de The New York Times según la cual Nielsen casi renuncia por ese episodio.