Ultimo adiós a un patriota

Víctor Caycho
Washinton Hispanic

Todos los sectores del país se sumaron para destacar de manera unánime la figura del senador John McCain, de Arizona, quien falleció el sábado 25 de agosto y cuyo sepelio se realizará este domingo en la Academia Naval en Annapolis, la capital de Maryland.

Líderes políticos y de organizaciones locales pusieron en relieve el hecho de que McCain, quien murió a la edad de 81 años a consecuencia de un cáncer al cerebro, siempre puso el patriotismo por encima de las rivalidades partidarias o “luchas tribales”, como él las calificó en un mensaje de despedida.

Senadores y políticos republicanos y demócratas elogiaron ese aspecto de McCain, que consideraron un legado de firmeza, convicción y al mismo tiempo caballerosidad para las próximas generaciones de estadounidenses.
McCain se convirtió en figura pública a los 31 años de edad, cuando apareció en las pantallas de televisión como prisionero de guerra en Vietnam. Los norvietnamitas ofrecieron dejarlo en libertad antes que los otros prisioneros, pero él lo rechazó, exigiendo que los demás salgan también. Fue puesto en libertad finalmente en marzo de 1973.

Como político representó a Arizona por los republicanos, primero en la Cámara Baja, en 1983, y tres años después en el Senado. Desde allí fue reelegido en varias oportunidades.

Como senador llegó a patrocinar, junto con otros siete colegas, un proyecto de ley de reforma migratoria que fue aprobado en el Senado pero no pasó en la Cámara de Representantes. También tuvo un gesto decisivo al emitir el voto con el que impidió la derogación de la ley de Cuidado de Salud Asequible, más conocida como ObamaCare, en 2017.

El senador John McCain, un héroe auténtico de los Estados Unidos durante la guerra en Vietnam, murió el sábado 25 de mayo a consecuencia de un cáncer de cerebro que lo postró durante más de un año.

Su muerte acaeció el mismo día en el que nueve años atrás falleció, coincidentemente por la misma enfermedad, el senador Edward “Ted” Kennedy.

Ambos eran entrañablemente amigos, a pesar de estar en tiendas opuestas. Los dos se unieron en causas que consideraron justas, entre ellas la de poner en marcha un proyecto de reforma migratoria integral, que junto con otros seis colegas que conformaron el “Grupo de los Ocho”, lograron que sea aprobada en la Cámara Alta, pero que no pasó en la Cámara de Representantes por decisión de la mayoría republicana.

“Ted” Kennedy y McCain eran conocidos en esa época como “los Leones del Senado”. Sus poderosas voces ya no se escucharán, pero sus ideas y sus personalidades abiertas, francas, leales y contemporizadoras dejan un legado para las nuevas generaciones políticas y comunitarias, según coinciden los analistas.

Era reconocido como “un rebelde”, y muchas veces lo demostró, entre ellas con sus críticas directas al presidente Trump. Nadie podrá olvidar el voto suyo hacia el final de su carrera, en 2017, que pasará a la historia: Con su decisivo “no” a la derogación de la ley de Cuidado de Salud Asequible, más conocida como ObamaCare, McCain fue el inesperado salvador de la mayor hazaña legislativa del presidente Obama.

McCain falleció en su hacienda de Arizona y pese a que era previsible su final, el anuncio de su muerte impactó a toda la nación. Este fin de semana, en un raro gesto de unidad, dos expresidentes, uno republicano –George W. Bush- y el otro demócrata –Barack Obama-, harán uso de la palabra en el acto fúnebre programado para el sábado 1 de septiemnre en la Catedral Nacional de Washington.

El féretro con los restos del senador McCain fue traído el jueves desde Arizona –estado al que representó tras ser elegido en seis ocasiones-, donde el Capitolio estatal le rindió homenaje.

Este viernes, ya en Washington, se realizará una ceremonia de cuerpo presente en la Rotonda del Capitolio federal. Al día siguiente, la procesión pasará frente al Monumento a los Veteranos de Vietnam y proseguirá al funeral en la Catedral Nacional de Washington. El domingo está planeado un funeral privado en la Academia Naval en Annapolis, Maryland.

Pesar nacional

La muerte de John McCain, a sus 81 años y cuando sólo faltaban cinco días para su onomástico, causó consternación general. Desde todos los sectores surgieron mensajes y declaraciones de pesar.

El presidente Donald Trump –con quien McCain tuvo fuertes diferencias pese a estar en la misma tienda política-, expresó en un tuit su “más profunda solidaridad y respeto” a la familia de McCain. La primera dama Melania Trump agradeció en Twitter el servicio prestado por McCain al país.

También Trump firmó una proclamación en la que ordenó izar a media asta la bandera de los Estados Unidos, hasta el día de su entierro. Asimismo, pidió que el vicepresidente Mike Pence ofrezca un discurso en la ceremonia de despedida en el Capitolio de Washington este viernes 31.

El senador demócrata Tim Kaine, de Virginia, señaló que “John McCain fue un héroe, mi jefe y mi amigo… En los pasados 13 meses, John nos ha urgido a escuchar el uno al otro y restaurar la confianza del pueblo estadounidense en su gobierno”.

El senador demócrata Bob Menéndez, de Nueva Jersey, dijo que una de las cosas que aprendió de McCain “fue que el Senado trabaja mejor cuando procuramos poner el patriotismo por encima del partidarismo”. Añadió que “fue un honor trabajar con él en una serie de temas legislativos, incluyendo la reforma migratoria, la política exterior y la seguridad nacional”.

El senador republicano Jeff Flake, de Arizona, destacó que McCain “perdonaba rápido… ciertamente que siempre puso el bienestar del país por encima del propio”.