Trump incomoda a republicanos por pedir cambios sobre armas

AP
Washington Hispanic

El presidente Donald Trump puso a sus correligionarios republicanos en una difícil situación al exigir cambios veloces y sustanciales a las leyes de armas del país, diciéndoles a los legisladores en una reunión en la Casa Blanca que no actúan porque le tienen mucho miedo a la National Rifle Association.

En una sesión desenvuelta y televisada que duró una hora, Trump rechazó tanto el enfoque de cambios pequeños y la estrategia legislativa adoptados por su partido que han estancado las acciones en torno a este tema en el Congreso. En palabras esperanzadoras a los demócratas, el mandatario dijo que apoya un enfoque “integral” para enfrentar la violencia, como la matanza en una secundaria ocurrida a principios de mes en Florida, aunque no abundó en detalles específicos.

Trump pareció apoyar que se hagan más estrictas las revisiones de los antecedentes de los compradores. Respaldó que se aumenten los recursos para seguridad y salud mental en las escuelas, y reiteró su apoyo a que se eleve a 21 años la edad mínima para que alguien pueda comprar un arma de fuego. El mandatario también mencionó que se arme a los maestros, y señaló que su gobierno, no el Congreso, podría prohibir la venta de los dispositivos conocidos como “bump-stock”, que permiten que las armas se conviertan en automáticas.

“No podemos esperar, andar jugando y que no se haga nada”, declaró Trump al inicio del encuentro con 17 legisladores de la Cámara de Representantes y el Senado. “Queremos acabar con los problemas”.

El presidente ha respaldado antes ideas populares entre los demócratas, pero después ha dado marcha atrás al enfrentar la oposición de su base conservadora y de sus aliados republicanos en el Congreso. Se desconoce si el mandatario continuará impulsando cambios rápidos e importantes a las leyes de armas cuando confronte la inevitable resistencia de su partido.

Aun así, la conversación televisada le permitió a Trump asumir el papel de posible negociador, uno de los favoritos del presidente. Los legisladores demócratas insistieron ante el mandatario que utilice su poder político para persuadir a su partido a que actúe sobre el tema.

“Tendrá que ser usted”, le dijo el senador Chris Murphy al presidente.

La propuesta de Trump de hacer más estrictas las revisiones de los antecedentes de los compradores, que son populares entre los estadounidenses, ha encontrado la resistencia de los republicanos en el Congreso y la NRA (siglas en inglés de la asociación que respalda el derecho a poseer y portar armas). En cambio, los republicanos se inclinan por una legislación moderada para mejorar el sistema de revisión de antecedentes que ya está implementado. Trump dejó claro que espera una acción mayor y acusó a los legisladores de estar “petrificados” ante los cabilderos que promueven las armas.

“Oigan, soy el mayor admirador de la Segunda Enmienda”, afirmó Trump, y añadió que les dijo a las autoridades en la NRA que es hora de actuar. “Tenemos que parar estas tonterías”.

La Segunda Enmienda constitucional garantiza el derecho a poseer y portar armas.

La reunión en la Casa Blanca tuvo lugar en medio de un debate renovado en la sociedad acerca de las leyes de armas, impulsado por los alumnos que sobrevivieron a la masacre en la secundaria Marjory Stoneman Douglas de Florida, los cuales han sostenido reuniones con legisladores en el Capitolio. La escuela reanudó el miércoles clases por primera vez desde la matanza de 17 alumnos y personal docente en ese lugar el Día de San Valentín.

El impulso a una legislación sobre las armas se ha estancado en el Congreso debido al poco interés de los líderes republicanos para concretar leyes que endurezcan los controles para éstas.