Plan de 100 días anuncia Trump
Víctor Caycho
Washington Hispanic
n una agitada jornada en la que designó a varios posibles miembros de su gabinete y altos funcionarios de su futura administración, y con inesperadas declaraciones políticas a medios de comunicación, el presidente electo Donald Trump explicó en un vídeo algunas medidas que aplicará en sus primeros 100 días de gobierno.
Dicho plan contiene aspectos relacionados con la inmigración –aunque no citó el polémico muro en la frontera con México-, la seguridad nacional y los acuerdos comerciales.
Entre estos últimos el próximo presidente del país renovó su promesa de retirarse del acuerdo comercial Trans-Pacífico (TPP) y cancelar las restricciones que protegen el medio ambiente puestas en marcha por Barack Obama, “creando así millones de puestos de trabajo bien remunerados». Asimismo, propone pedir a su equipo de seguridad nacional un plan de protección contra los ataques a la infraestructura nacional e imponer nuevas prohibiciones para impedir que los empleados del gobierno se vuelvan cabilderos.
En cuanto a inmigración, dijo que ordenará al Departamento del Trabajo que investigue “los abusos de programas de visado” que, según aseguró, perjudican a los trabajadores estadounidenses.
Sin embargo, Trump no mencionó la construcción de “un gran muro” a lo largo de la frontera con México, tampoco la de establecer una «fuerza de expulsión» y nuevas restricciones a la inmigración procedente de países de mayoría musulmana, que ofreció durante su campaña.
Giro sorpresivo
El presidente electo empezó a cambiar de postura desde el martes 22, respecto a algunas de esas promesas, entre ellas su rígida posición sobre cambio climático y su compromiso de procesar y encarcelar a Hillary Clinton.
«No quiero perjudicar a los Clinton, en verdad que no», señaló Trump durante una entrevista. Hillary «pasó por muchas cosas y sufrió demasiado, de distintas formas».
Su asesora Kellyanne Conway explicó que Trump ahora está enfocado en asuntos que son esenciales para la conformación de su gobierno, y no en los comentarios que hizo al calor de la campaña.
Por si fuera poco, luego de un año de arremeter contra el The New York Times, Trump se entrevistó con reporteros y editores en sus oficinas de Manhattan.
Entre los asuntos que tocó durante una hora en la sesión de preguntas y respuestas con el New York
Times estuvieron los siguientes:
• Respondió los cuestionamientos sobre los conflictos que podrían surgir ante la falta de separación entre su puesto gubernamental y sus múltiples negocios, al declarar: «La ley está completamente de mi lado, el presidente no puede tener un conflicto de intereses».
• Presentó su postura más dura hasta el momento en contra del «alt-right» (derecha alternativa), el movimiento de supremacía blanca. «No es un grupo al que quiera vigorizar. Y si lo están, quiero investigar y averiguar la razón», señaló.
• Habló de manera positiva no solo de otros republicanos en el Congreso sino también del presidente Barack Obama, de quien dijo que «busca hacer absolutamente todo lo que es bueno para el país en términos de transición».
Equipo de gobierno
Trump, quien salió tarde el martes 22 para pasar el Día de Acción de Gracias en su propiedad de Florida, también continuó con el trabajo de conformar su próximo gobierno.
Por ejemplo, solicitó de manera oficial a su rival en las primarias republicanas, Ben Carson, que encabece el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. Se espera una respuesta por parte de Carson una vez que haya concluido el feriado.
Ya en Florida, Trump escogió a la gobernadora de South Carolina, Nikki Haley, como embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, y a la partidaria de escuelas autónomas Betsy DeVos como secretaria de Educación, las primeras dos mujeres seleccionadas para cargos altos en su gobierno.
Ambas posiciones requieren confirmación por el Senado.
El mismo miércoles nominó a Wilbur Ross, un multimillonario inversionista, como secretario de Comercio. Ross, de 78 años, quien posee una fortuna estimada en 3,000 millones de dólares, es conocido como “el rey de la bancarrota” por comprar empresas en problemas económicos con potencial de generar utilidades, según informó la agencia AP.