Nikki Haley apuesta todo por New Hampshire contra Trump
Nikki Haley, la única mujer de la derecha que aspira a la Casa Blanca, se vuelca en las primarias de New Hampshire con la esperanza de ganar o al menos pisar los talones a Donald Trump, el gran favorito de los republicanos para las presidenciales.
La exembajadora de Estados Unidos ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur dará un mitin este miércoles en la pequeña localidad de Rochester. Donald Trump lo hará en el pueblo pesquero de Portsmouth.
Nikki Haley, de 51 años, comenzó la carrera con pocas posibilidades pero poco a poco se ha granjeado la simpatía de parte de los republicanos, lo que le ha permitido subir en las encuestas y recaudar fondos.
El problema es que el lunes quedó tercera en las primeras primarias republicanas celebradas en Iowa, por detrás de un triunfante Donald Trump y de Ron DeSantis, que la superó por dos puntos.
Por eso el martes necesita en New Hampshire una victoria o un resultado mejor que DeSantis, gobernador de Florida, para poder encarar a Trump.
El expresidente se enfrenta a varios juicios penales y civiles, algo que no parece hacer mella en sus simpatizantes. Por el momento alterna los mítines con sus comparecencias ante los juzgados, como este miércoles con motivo de un juicio civil en Nueva York.
– «Auténtica batalla» –
Las primarias de New Hampshire están abiertas a votantes sin afiliación a ninguno de los partidos, lo que podría beneficiar a los candidatos considerados menos radicales como es el caso de Nikki Haley.
El martes, en este estado del noreste del país, repitió que estaba «muy cerca de Donald Trump» en las encuestas. Un sondeo reciente de CNN la sitúa a algunos puntos de él.
En Iowa «terminamos con un buen resultado. Es lo que queríamos», dijo, refiriéndose a su 19% en este estado del medio-oeste donde Trump arrasó con el 51%.
El gobernador republicano de Maryland, Larry Hogan, uno de sus partidarios, entrevé una «auténtica batalla» en New Hampshire para evitar una victoria de Trump.
«Si tiene un buen resultado, si llega en primer o en segundo lugar por poco en New Hampshire, eso le dará el impulso, el entusiasmo y la atención que la llevarán a (las primarias en) su estado natal de Carolina del Sur, donde puede (…) tal vez cambiar la dinámica», declaró en CNN.
En los próximos días el reto de Nikki Haley será convencer a votantes moderados o indecisos como Alen Hancock, un septuagenario que dice estar «interesado en los tres republicanos que salieron victoriosos» y planea desafiar el frío para escuchar a la candidata en Rochester.
Este asesor en gestión financiera quiere apartar del poder a Joe Biden, al que califica de «idiota», pero tiene sus dudas sobre Donald Trump, al que considera «grosero» aunque «cree mucho en lo que hace».
«Me hubiera gustado que tuviéramos a alguien sólido, y más joven, que realmente se preocupara por el país», añade.
-«Una montaña» por escalar -Nikki Haley también tiene que tranquilizar a sus donantes. Según la prensa estadounidense, si no gana en New Hampshire o al menos queda bien posicionada le darán la espalda.
«La montaña que tiene que escalar es enorme», declaró a CNBC el empresario Andy Sabin, que recauda dinero para ella.
La candidata se ha convertido en el blanco predilecto de Trump, como lo demuestran sus últimas publicaciones en su red Truth Social.
En un montaje fotográfico aparece disfrazada de Hillary Clinton, la demócrata a la que Trump derrotó en 2016 y a quien desprecia.
También resalta el origen extranjero de esta hija de migrantes indios llamándola por su nombre de pila, «Nimrada». Y lo escribe mal porque en realidad se llamaba Nimarata Nikki Randhawa antes de tomar el apellido de su marido.
El martes por la noche la volvió a atacar.
«Nikki Haley cuenta particularmente con demócratas y liberales para infiltrarse en vuestras primarias republicanas», dijo Trump frente a una muchedumbre en New Hampshire. «Si ella gana, gana Biden», sostuvo.
La competencia por la nominación republicana finalizará formalmente en julio durante la convención del partido conservador.