Dos supremacistas blancos, detenidos por intentar desatar una «guerra racial»

Dos líderes de un grupo supremacista blanco fueron detenidos acusados de intentar desencadenar una «guerra racial» y ataques contra judíos, inmigrantes y miembros de la comunidad LGBT utilizando un foro en línea conocido como «Terrorgram», informaron el lunes autoridades estadounidenses.
Dallas Humber, de 34 años y residente en Elk Grove (California), y Matthew Allison, de 37 años y residente en Boise (Idaho), fueron puestos bajo custodia el viernes y debían comparecer por primera vez ante un tribunal federal el lunes.
«La acusación de hoy imputa a los acusados el liderazgo de un grupo terrorista transnacional» dedicado, entre otros delitos, a «llevar a cabo crímenes de odio mortales, todo ello en nombre de la ideología violenta de la supremacía blanca», indicó el fiscal general, Merrick Garland, en un comunicado.
Humber y Allison se enfrentan a múltiples cargos, entre ellos incitación a cometer delitos de odio y a asesinar funcionarios federales, distribución de instrucciones para la fabricación de bombas y conspiración para proporcionar apoyo material a terroristas.
Según la acusación, Humber y Allison utilizaban la plataforma encriptada Telegram para promover su ideología supremacista blanca y se comunicaban con sus seguidores en un foro denominado «Terrorgram Collective».
Promovían la creencia de que «la violencia y el terrorismo son necesarios para encender una guerra racial y ‘acelerar’ el colapso del gobierno y el surgimiento de un etnoestado blanco», decía la acusación.
Humber y Allison «solicitaron a otros que participaran en delitos de odio y atentados terroristas contra personas negras, inmigrantes, LGBT y judías», declaró en rueda de prensa la fiscal general adjunta, Kristen Clarke.
Al menos dos atentados han sido vinculados a «Terrorgram»: el apuñalamiento de cinco personas por un joven de 18 años a la salida de una mezquita en Turquía el 12 de agosto y el tiroteo mortal de dos hombres en un bar gay de Bratislava, capital de Eslovaquia, en octubre de 2022.
Humber y Allison se enfrentan a penas de hasta 220 años de prisión si son declarados culpables de todos los cargos.