Denuncian posible persecución política de inmigrantes

AP
Washington Hispanic

Una jueza federal que ordenó la liberación inmediata de un inmigrante sobre quien pesa una orden de deportación y expresó “profunda preocupación” en torno a su tesis de que era perseguido por sus actividades políticas, una inquietud que también manifestaron otros inmigrantes y activistas.

Durante una audiencia que tuvo lugar el lunes en un juzgado federal de Manhattan sobre la detención de Ravi Ragbir, la jueza de distrito Katherine B. Forrest le preguntó a un fiscal qué había conseguido el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas con su detención. Ragbir, quien lucha desde hace años por evitar su deportación tras ser condenado por fraude electrónico, es director ejecutivo de la Coalición Nuevo Santuario (New Sanctuary Coalition) de Nueva York, que nuclea a 150 organizaciones religiosas.

Fue detenido el 11 de enero, cuando acudió a una cita de rutina con las autoridades de inmigración. En su fallo Forrest sostuvo que el arresto fue un trato “innecesariamente cruel” y dispuso su excarcelación inmediata. También denegó un pedido del gobierno de que se lo mantuviera preso mientras se analizaba la posibilidad de una nueva apelación.

“No debería ocurrir –y nunca ocurrió en el pasado– que quienes han vivido sin incidentes en este país por años son sometidos a un trato que asociamos con regímenes que consideramos injustos, en los que la gente que lleva tiempo viviendo en un país puede ser apresada en la calle, en su casa o en el trabajo sin aviso. Y expulsada del país”.

Acotó asimismo que “el juzgado expresa su gran preocupación con el argumento de que el implicado es buscado como resultado de su militancia política a favor de los derechos de los inmigrantes y la justicia social”.

La abogada de Ragbir, Alina Das, dijo en su presentación que Scott Mechkowski, subdirector de la unidad del servicio de inmigración que detuvo a su cliente, le había dicho el 8 de enero que la “molestaba” que se hubiese programado una nueva presentación de Ragbir ante el servicio de inmigración para el 9 de marzo.

Agregó que Mechkowski le había comentado que había escuchado declaraciones que hizo Ragbir a la prensa y que lo sigue viendo en vigilias frente a la oficina del ICE (las siglas en inglés del servicio de inmigración) en Manhattan. Indicó que también le expresó su malestar por el hecho de que funcionarios elegidos acompañasen a Ragbir a sus presentaciones ante el ICE y preguntó por qué los abogados se molestan en incluir tantas cartas de la comunidad para tratar de impedir que Ragbir sea expulsado del país.

El subprocurador Brandon Waterman sostuvo que la tesis de que Ragbir estaba siendo perseguido era “pura especulación” y que el gobierno no ve evidencia alguna de ello.

En un comunicado, el ICE dijo que “no persigue a extranjeros que están en el país ilegalmente para arrestarlos solo por su militancia o en represalia por comentarios críticos que hicieron. Cualquier insinuación de que eso sucede es irresponsable, especulativa y errónea”.

Inmigrantes y activistas han venido diciendo en las últimas semanas que el ICE persigue a quienes hablan contra las detenciones y las deportaciones, y ponen como ejemplo a Ragbir y al cofundador de su organización Jean Montrvil, quien fue deportado a Haití hace un par de semanas.

Mencionan también los casos de Eliseo Jurado, quien fue detenido luego de que su esposa se refugiase en una iglesia para no ser deportada, y Maru Mora Villalpando, mexicana activista que vive en Bellingham, estado de Washington, quien dice que recibió una carta del ICE en la que se le informaba que iba a ser deportada a pesar de que no tiene antecedentes policiales de ningún tipo.

La esposa de Ragbir, la abogada especializada en temas de inmigración Amy Gottlieb, dijo que la conmovió “el fuerte lenguaje de la jueza sobre lo que significa vivir en democracia”.

La representante demócrata Nydia M. Velázquez, de Nueva York, dijo que espera que Ragbir vaya a Washington para presenciar el informe anual sobre el Estado de la Unión que pronunciaba el martes por la noche el presidente Donald Trump. Gottlieb ya aceptó una invitación de Velázquez.

Ragbir, ciudadano de Trinidad y Tobago y residente legal desde 1994, resistió exitosamente una orden de deportación tras su condena en septiembre del 2001 por fraude por aceptar solicitudes de préstamo fraudulentas cuando trabajaba para una financiera. Estuvo preso casi dos años antes de recuperar la libertad en el 2008. Pero el proceso de deportación continúa y hasta ahora logró evitar ser expulsado del país.