Corte Suprema, reticente a limitar contactos del gobierno con plataformas de redes sociales

La mayoría de los jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos se mostró este lunes reticente a impedir que el gobierno federal contacte con las plataformas de redes sociales para que retiren contenidos que considera problemáticos.

Tanto los jueces conservadores como los liberales del tribunal de nueve miembros parecieron reacios a respaldar el fallo de un tribunal inferior que limitaría severamente las interacciones del gobierno con las empresas de redes sociales.

El caso surge de una demanda presentada por los fiscales generales republicanos de Luisiana y Misuri, en la que estiman que funcionarios gubernamentales fueron demasiado lejos en sus esfuerzos por combatir la desinformación sobre las vacunas y las elecciones.

El año pasado, un tribunal inferior restringió la posibilidad de que algunos funcionarios y agencias del gobierno del demócrata Joe Biden interactuaran con compañías de redes sociales para moderar su contenido.

El fallo, que la Corte Suprema suspendió hasta conocer el caso, fue una victoria para los conservadores que alegan que el gobierno presionó o se confabuló con plataformas como Facebook y Twitter para censurar contenidos de la derecha con el pretexto de luchar contra la desinformación.

– Persuasión y coerción –
En representación del Departamento de Justicia ante la Corte Suprema el lunes, el procurador general adjunto Brian Fletcher dijo que existe una «distinción fundamental entre persuasión y coerción».

«El gobierno no puede utilizar amenazas coercitivas para reprimir la expresión, pero tiene derecho a hablar por sí mismo informando, persuadiendo o criticando a los oradores privados», afirmó.

El tribunal inferior, dijo Fletcher, «confundió persuasión con coerción».

El juez Samuel Alito, conservador, dijo que el expediente demostraba que los funcionarios del gobierno se habían dedicado a «molestar constantemente a Facebook y a algunas de las otras plataformas» tratándolos «como a sus subordinados».

Pero el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, también conservador, dijo que el gobierno federal no habla con una sola voz. «El gobierno no es monolítico», señaló Roberts. «Eso tiene que diluir significativamente el concepto de coerción, ¿no?».

Fletcher dijo que las interacciones entre los funcionarios de la salud y las plataformas tenían que ser vistas a la luz de «un esfuerzo para conseguir que los estadounidenses se vacunaran durante una pandemia única en la vida».

«Había una preocupación de que los estadounidenses estaban recibiendo las noticias sobre la vacuna de estas plataformas y las plataformas estaban promoviendo mala información», dijo Fletcher, y agregó que «las plataformas estaban moderando el contenido mucho antes de que el gobierno estuviera hablando con ellos».

– «Censura» –
J. Benjamin Aguinaga, procurador general de Luisiana, denunció lo que denominó «censura gubernamental». «No tiene cabida en nuestra democracia», afirmó.

La orden del tribunal inferior se aplicaba a la Casa Blanca y a una serie de agencias como el Buró Federal de Investigación (FBI), el Departamento de Estado y el Departamento de Justicia, así como a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

La decisión impedía que las agencias y funcionarios se reunieran con compañías de redes sociales o denunciaran contenidos supuestamente protegidos por la Primera Enmienda de la Constitución sobre la libertad de expresión.

El fiscal general de Luisiana, Jeff Landry, acusó a los funcionarios de tratar de «dictar lo que los estadounidenses pueden y no pueden decir en Facebook, Twitter, YouTube y otras plataformas sobre el covid-19, las elecciones, las críticas al gobierno y más».

Algunos expertos en desinformación y en la Primera Enmienda criticaron el fallo, por estimar que las autoridades necesitan encontrar un equilibrio entre por un lado denunciar mentiras y por otro censurar contenidos o restringir la libertad de expresión.