Acusado de bombas buscaba venganza por opresión

AP
Washington Hispanic

ompró materiales para fabricar bombas en internet y grabó un video de sí mismo provocando una explosión en un jardín. En un diario escrito a mano advirtió que el ruido de las bombas resonaría en las calles y rezó por morir martirizado en lugar de ser capturado, según las autoridades.

El diario de Ahmad Khan Rahami terminaba con un sombrío mensaje, según documentos judiciales: «Muerte a vuestra opresión».

Documentos judiciales presentados el martes ofrecen una visión estremecedora de las motivaciones que, según las autoridades, llevaron a este ciudadano estadounidense nacido en Afganistán a colocar explosivos en Nueva York y New Jersey el pasado fin de semana. Una de las bombas hirió a 31 personas en Manhattan.

Los estallidos se produjeron dos años después de que el FBI investigara al hombre pero no encontrara nada que lo vinculara con el terrorismo.

Rahami sigue hospitalizado, con heridas de bala por un tiroteo con la policía que llevó a su detención el lunes ante un bar en Linden, New Jersey.

En un primer momento no estaba claro si Rahami tenía un abogado que pueda hacer declaraciones sobre los cargos presentados, que incluyen delitos federales de terrorismo y cargos estatales de intento de asesinato de policías.

Apenas dos días antes de las explosiones del sábado, el celular de un familiar grabó a Rahami quemando material incendiario en un cilindro enterrado en un jardín. El video muestra cómo se prende una mecha, así como un fuerte ruido y llamas «seguidas por humo y risas», añadieron los documentos.

Según los papeles presentados ante la justicia, en su ensangrentado diario —dañado por disparos durante su balacera con la policía— expresaba su furia porque el gobierno estadounidense estuviera masacrando a guerreros sagrados musulmanes y hablaba de sus planes de venganza.

El FBI ha dicho que Rahami no parecía estar en su radar en el momento de las explosiones. Pero lo estuvo en 2014, cuando el FBI abrió una «evaluación» —su forma de investigación menos intrusiva— basada en unos comentarios de su padre tras una disputa doméstica, señaló la oficina en un comunicado.

«El FBI realizó revisiones de bases de datos internas, comprobaciones entre agencias y varias entrevistas, ninguna de las cuales reveló lazos con el terrorismo», indicó la oficina.

Un miembro de las fuerzas de seguridad dijo que el FBI había hablado con el padre de Rahami en 2014 después de que los agentes supieran de su temor a que su hijo pudiera ser un terrorista.

Durante la pesquisa, el padre retiró su acusación y dijo a los investigadores que simplemente había querido decir que su hijo trataba con gente inadecuada.

El padre de Rahami habló con la prensa el martes y dijo que en ese momento habló con el FBI porque su hijo «estaba muy mal» luego de apuñalar a su hermano y golpear a su madre.

«Pero revisaron, durante casi dos meses, y dijeron: ‘Está bien, no es un terrorista’. Ahora dicen que sí lo es», dijo el padre. Cuando se le preguntó si creía que su hijo era un terrorista, respondió: «No. Y el FBI lo sabe».