“Sus gritos llegan hasta el cielo”

Víctor Caycho
Washington Hispanic

Oscar Alberto Martínez Ramírez, un joven trabajador salvadoreño de 25 años, y su bebé Valeria, de apenas 23 meses, murieron arrastrados por la fuerte corriente del Río Grande, en Matamoros, México, la que cruzaban para llegar a suelo estadounidense.

Oscar quería trabajar duro, como lo hacen todos los inmigrantes, ahorrar al máximo y levantar una casa para su familia.

La fotografía de los cuerpos abrazados de Oscar y Valeria conmovió al mundo, desde el Papa Francisco y varios presidentes hasta líderes de la comunidad.

En Washington DC, el presidente de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos, cardenal Daniel DiNardo, y el presidente del Comité de Migración, obispo Joe Vásquez, enviaron un comunicado conjunto sobre este dramático caso.

“Esta imagen muestra la difícil situación diaria de nuestros hermanos y hermanas”, señalaron. “No solo sus gritos llegan al cielo. Nos alcanzan. Y ahora deben llegar a nuestro gobierno federal”.

“Esta imagen clama al cielo por justicia. Esta imagen silencia la política. ¿Quién puede ver esta imagen y no ver los resultados de los fracasos de todos nosotros para encontrar una solución humana y justa a la crisis de inmigración?”, expresan.